El Gran Premio de España es la primera cita europea de la temporada de Fórmula 1, un momento clave de la campaña al ser la prueba donde los equipos de la parrilla introducen sus primeros grandes paquetes de mejoras. Habiendo rodado anteriormente en el Circuit de Barcelona-Catalunya durante los test de pretemporada, las estructuras cuentan con referencias que pueden usar para cuantificar el rendimiento de las mejoras.
Red Bull fue uno de los equipos que llevó a Barcelona un gran paquete de actualizaciones la pasada temporada, pero este año han optado por una estrategia distinta. La escudería austriaca introducirá en el circuito de Montmeló pequeñas evoluciones, algo llamativo teniendo en cuenta las dificultades por las que está pasando el equipo con respecto al chasis en las primeras carreras.
“Es un paquete de mejoras bastante ligero, simplemente es una evolución. Serán las actualizaciones normales del alerón trasero y delantero. Es una evolución más que una revolución. Estas mejoras están centradas en distintos aspectos del balance, en la degradación y en ese tipo de cosas”, explicó Christian Horner sobre las mejoras que Red Bull llevará a Barcelona.
Bahráin fue el único fin de semana en el que Red Bull estuvo completamente descolgado de la pelea por la victoria al encontrarse problemas con el ‘set up’ del monoplaza. Una vez solucionaron esta dificultad, Max Verstappen pudo volver a acercarse a Mercedes y Ferrari en las siguientes dos carreras. Horner reconoce que Red Bull ha ido progresando desde la cita de Sakhir, coincidiendo con el arreglo del problema de ‘set up’.
“Hemos reducido la distancia desde el comienzo del año. En Melbourne tuvimos una buena carrera y Max estuvo presionando a Lewis [Hamilton] durante la mayoría del Gran Premio. Bahréin fue una carrera dura y expuso algunas cosas que hemos mejorado desde entonces. China fue una carrera mejor y Azerbaiyán también lo fue, en un circuito que generalmente no nos va muy bien”, comentó el jefe de equipo de Red Bull.
