Ver a pilotos de MotoGP y de Fórmula 1 intercambiar disciplinas es algo que siempre llama la atención. Durante el pasado verano, Red Bull organizó un test con uno de los monoplazas antiguos del equipo de Fórmula 1 con Marc Márquez y Dani Pedrosa en el Red Bull Ring que fue todo un éxito en cuanto a marketing, un área donde la marca de bebidas energéticas siempre vuelca una gran cantidad de esfuerzo.

Aunque resulta relativamente habitual ver a pilotos de motociclismo probando monoplazas, como también fue el caso del aclamado test de Valentino Rossi con Ferrari y más recientemente el test de Jorge Lorenzo con un Mercedes, no es tan normal ver a un piloto de automovilismo subiéndose a una moto. Esto último es lo que intentó Max Verstappen, pero la escudería de Fórmula 1 se lo impidió al considerarlo demasiado peligroso.

El propio neerlandés expresó su interés por probar una MotoGP, algo que hubiera sido posible debido a la implicación de Red Bull en el campeonato de la mano de Honda y KTM si la estructura de Fórmula 1 no le hubiera dado la negativa. Me encantaría correr en dos ruedas, pero no me lo permiten. Me he comprado una Harley-Davidson y pregunté al equipo si podía probar una MotoGP porque Red Bull también es patrocinador allí y tenemos un circuito, pero dijeron que no”, declaró Verstappen en un evento de Exact.

Son muy pocos los pilotos de automovilismo que se han subido a una moto. Uno de los casos más reciente fue el de Fernando Alonso subiéndose a una MotoGP durante las últimas dos ediciones del evento ‘Thanks Day’ de Honda, cuando la marca japonesa era motorista de McLaren en Fórmula 1. Resulta más habitual ver a pilotos intercambiando disciplinas dentro del automovilismo, con el mismo Alonso pudiendo participar en uno próximamente.