Mercedes, Red Bull y Ferrari podrían contar desde los comienzos de la próxima temporada con una ligera ventaja sobre el resto de escuderías en lo que a los motores se refiere.

Esta consistiría en que, al fabricar ellos mismos sus propios propulsores (Mercedes y Ferrari) o ser el equipo principal (Red Bull para Renault), estos se ajustarían las características que más conviniesen a la hora de crear un perfecto funcionamiento entre dicha parte y el resto del monoplaza, mientras que los clientes se tendrían que adaptar. Así lo ha explicado Ross Brawn, jefe del equipo Mercedes.

"Ayudaremos a nuestros clientes tanto como podamos, en términos de información. Pero, si soy honesto, no tendrán mucho que decir. Hemos desarrollado una solución para nosotros, así que los demás tendrán que adaptarse”, aseguró Brawn a Auto Motor und Sport sobre las ventajas de las que podrían disponer las marcas oficiales sobre las escuderías cliente.

"Vamos a trabajar juntos como un equipo en Brackley y Brixworth para obtener el mejor resultado desde el coche completo. Motor y el chasis".

El nuevo jefe técnico de Williams, Pat Symonds, ha dado la razón al máximo responsable de Mercedes, ya que ha admitido que se tendrán que ajustar al motor que la marca de la estrella les entregue la próxima temporada.

"En la práctica, vamos a tener que ir con el paquete de Mercedes que sea entregado", indicó Symonds.