Kimi Raikkonen es uno de los personajes más particulares de la parrilla de Fórmula 1. A la peculiar personalidad del enigmático finés se le une su controvertido estilo de vida que ha destacado por su actitud festiva. Raikkonen es una persona que no duda a la hora de salir de fiesta y divertirse un rato, una actividad que no tiene problemas a la hora de compaginar con sus obligaciones como piloto.

Muchos recuerdan aquel Gran Premio de Mónaco de 2006, donde se dirigió directamente hacia su yate después de abandonar la carrera para seguir disfrutando de la prueba junto a sus amistades. Apenas unas vueltas más tarde de su retirada, las cámaras enfocaron a un Kimi totalmente relajado, sentado en el yate. Más reciente fue su aparición estelar en la gala de entrega de premios de la FIA del año pasado.

Si bien a algunos les puede parecer una actitud irresponsable, esta es una de las razones por las que Raikkonen se ha ganado el cariño de los aficionados de la Fórmula 1. Además, el propio finés afirma que este particular estilo de vida fiestero le permitió mejorar como piloto en los primeros pasos de su trayectoria en el Gran Circo y le ayuda a ser más competitivo incluso en la actualidad.

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“Obviamente, ha sido una broma recurrente, pero creo que es más verdad que broma decir que he estado pilotando mejor tras hacer lo que me apetecía entre carreras en lugar de no divertirme, beber y todo eso”, declaró Raikkonen en el primer episodio de la temporada de ‘Beyond The Grid’, el podcast oficial de la Fórmula 1.

“Hay muchas teorías que demuestran que pilotas mejorar cuando te has divertido un poco. Todo el verano de 2013 se resume más o menos en carreras y fiesta. No es nada nuevo, para mí es algo normal. Desde fuera puede parecer un poco raro, pero para mí era algo normal en el pasado. Siempre pensaba que te relaja y tienes que concentrarte más porque te sientes un poco inseguro. El resultado es mejor”, añadió el finés.