Uno de los equipos más prometedores de la zona media de la parrilla antes de llegar a Australia era Alfa Romeo Racing. La marca italiana se hizo con el control total de Sauber para colocar su nombre en la denominación del equipo con sede en Hinwil, además de hacerse con los servicios de Kimi Raikkonen después de que el finés se quedara sin sitio en Ferrari para esta temporada.
El finés lideró la ofensiva de Alfa Romeo de manera consistente durante los entrenamientos libres y se metió en la Q3, demostrando una mejora significativa con respecto al rendimiento de la estructura el año pasado. Raikkonen realizó una buena arrancada en la carrera que le permitió aguantar en la pelea por los puntos al situarse noveno, pero un inesperado percance le obligó a pasar por boxes antes de tiempo.
Raikkonen fue quien abrió la ventana de paradas ya que Alfa Romeo optó por adelantar su pit stop debido a un ‘tear-off’ que se quedó atascado en el monoplaza. Esta película que los pilotos arrancan de la visera del casco para deshacerse de la suciedad que les dificulta la visión estaba causando un sobrecalentamiento en los frenos que solo podía solucionarse quitando el ‘tear-off’ en una parada.
A pesar de este percance, Raikkonen no perdió posiciones en pista y terminó la carrera en octava posición, justo por detrás de Nico Hulkenberg. Si bien el ‘tear-off’ hizo cambiar los planes estratégicos en Alfa Romeo Racing, no le impidió a Raikkonen seguir metido en la pelea por los puntos con un monoplaza que se ha convertido en un serio candidato a liderar la zona media de la parrilla.
“Tuvimos un pequeño problema de refrigeración en los frenos. Uno de los ‘tear-off’ se cayó dentro del conducto, así que tuvimos que parar antes de lo que queríamos. El coche tenía mucha velocidad desde mi punto de vista, pero es complicado adelantar aquí. Es más fácil acercarnos, pero el último apretón sigue siendo difícil en este circuito”, explicó Raikkonen al terminar la carrera.
