Más tarde o más temprano, Nikita Mazepin aterrizará en Fórmula 1. El piloto ruso, nacido en 1999, lleva toda la vida preparándose para ello, y tiene todos los ingredientes necesarios para llegar, es decir, carencia de problemas presupuestarios, y el suficiente talento como para dar el pego.
Mazepin dio el salto a los monoplazas en 2015, temporada en la que compitió en MRF Challenge, en la Toyota Racing Series, y en la Fórmula Renault 2.0, lo que dejó claro desde el principio que el monetario no era un problema para él. Concienciados de que un buen piloto necesita los mejores materiales y el mejor entrenamiento, ya en 2016, Nikita entró en la estructura de Force India.
En esa temporada, el campeonato FIA de Fórmula 3 fue su principal certamen, compitiendo con el equipo HitechGP. En aquel año, se criticó en cierta manera la presencia de ingenieros del equipo Williams alrededor de la figura de Lance Stroll - lo que incluso le costó algún disgusto en Zandvoort – cuando lo cierto es que también el equipo Hitech se estaba beneficiando de la tecnología y conocimientos de un equipo de Fórmula 1, como Force Inidia. Incluso el Dallara F312 pasó tiempo en sus instalaciones, buscando la manera de sacar mayor rendimiento.
Nikita no pudo aprovechar esto debido a su corta experiencia, pero sí lo hizo George Russell, su compañero de equipo, para finalizar en tercera posición en el campeonato, por delante incluso de algún piloto Prema. El ruso repitió en 2017 en la categoría, donde sí se notó cierta mejoría, subiendo al podio en varias ocasiones.
Para 2018 decidió cambiar de aires, y siguiendo vinculado a la estructura de Force India, Nikita se inscribió en la GP3 Series, dentro del equipo más potente, ART, con el que consiguió ganar cuatro carreras y subir frecuentemente al podio hasta el punto de luchar por el título de campeón que fue finalmente para Anthoine Hubert. El rendimiento de esta temporada convenció a la familia de que Nikita estaba listo para dar el gran salto. ¿Pero cómo hacerlo?
Tras años vinculado a la estructura Force India, precisamente era este equipo el que entraba en concurso de acreedores, apareciendo una excelente oportunidad para entrar de lleno en Fórmula 1. Y Mazepin, cuya fortuna procede de la empresa Uralkali, siendo su actividad principal los fertilizantes, lanzó su oferta, que según aseguraban, era la mejor.
Sin embargo, fueron ignorados y el equipo fue vendido a la familia Stroll, y ni las quejas formales presentadas por los Mazepin pudieron cambiar nada. A través de un comunicado, Uralkali dejó caer que el proceso estaba amañado, pues ni hubo transparencia ni se dieron plazos realistas para una operación de esta magnitud. Sea como sea, los Mazepin se quedaron sin equipo, mientras el ruso acabó confirmando su presencia para 2019 en la Fórmula 2, paso lógico tras un buen año en la GP3.
Tras haber intentado adquirir un equipo de Fórmula 1 recientemente, era de esperar que los rumores sobre futuros intentos sean incesantes a corto plazo. Y obviamente no se han hecho de esperar, atribuyéndoles un interés en el equipo que está pasando por un peor momento, Williams.
Sin embargo, los Mazepin se han apresurado a desmentir un interés en la compra de este equipo, con el que es fácil asociarse, pero no adquirirlo, pues como ha explicado Claire en multitud de ocasiones, su fin último es continuar el legado de su padre, lo que pasa ella dirigiendo el equipo… para lo bueno, o para lo malo.
De igual forma, no pasa desapercibido que en estos momentos es caro aterrizar en cualquier equipo, y complicado montar una estructura desde cero. Sin bien se lleva años especulando con una posible venta de Toro Rosso, esta tampoco parece sencilla. Así que solo queda preguntarse cuándo y de qué manera entrará Mazepin en Fórmula 1. Mientras, el ruso sigue preparándose, pero esta vez, cambiando Force India por unos test privados con el Mercedes de 2017, siendo el segundo piloto tras Lance Stroll en poder realizar estos test con un Fórmula 1 híbrido.
