Toro Rosso se las prometía muy felices con la llegada de Honda como motorista para esta temporada. El fabricante japonés mostró durante los test de pretemporada una sorprendente fiabilidad que parecía ser fruto de un milagro después de los tres años de penurias de la mano de McLaren en su regreso a la Fórmula 1. Con este rendimiento, Honda parecía haber solucionado uno de sus males endémicos, pero la realidad volvió a azotar a los japoneses en Australia.

Después de una complicada clasificación para los dos pilotos de Toro Rosso, el equipo de Faenza confiaba en poder remontar algunas posiciones y superar a sus rivales más directos en la primera carrera de la temporada. Pierre Gasly y Brendon Hartley mostraron un buen ritmo en los compases iniciales de la carrera a pesar de que el neozelandés tuviera que pasar por boxes debido a una bloqueada de neumáticos en la salida, pero la suerte del francés cambiaría más adelante.

Cuando estaba en plena lucha con Lance Stroll y Charles Leclerc, Gasly sufrió un problema en su Toro Rosso. El motor Honda de su coche dijo basta lanzando una distintiva bocanada de humo que obligó al francés a dirigirse a boxes para retirarse de la carrera. El fabricante japonés solo ha necesitado un Gran Premio para encontrarse un problema de MGU-H, un fallo recurrente durante su relación con McLaren, en una de sus unidades de potencia, señal nada halagüeña para el motorista ni para Toro Rosso.

Romper un motor en la primera carrera no son buenas noticias para Honda, pues solo tendrán dos propulsores más para el resto de la temporada si esta unidad de potencia queda en desuso. La reducción del límite de motores a tres unidades para esta temporada podría cobrarse su primera víctima pronto, pues es poco probable que Gasly sea capaz de terminar la temporada con los dos motores restantes sin sobrepasar el tope.

Honda todavía tiene trabajo por delante para mejorar la fiabilidad de sus motores aunque los problemas de Gasly no se reprodujeran en la unidad de Hartley. Aunque los dos coches motorizados por el fabricante japonés estuvieron a la altura de algunos coches de Renault en cuanto a velocidad punta en Albert Park, aún no han mostrado la competitividad suficiente para convertirse en un rival a tener en cuenta para el resto de motoristas.