Pierre Gasly no está dispuesto a esperar un año más para entrar en la Fórmula 1. Tras hacerse con el título de la GP2 Series la pasada temporada, el piloto francés quedó relegado a probador de Red Bull en 2017. Por ello, Gasly tuvo que buscarse la vida fuera de la categoría para no quedarse inactivo durante la presente campaña y demostrar a la estructura austriaca que es merecedor de un asiento en Toro Rosso.
Después de ser considerado por el equipo de Faenza, la escudería decidió mantener a Daniil Kvyat con la esperanza de que el piloto ruso pudiera resurgir tras sus decepcionantes resultados en el pasado año. No ha sido así y Kvyat sigue estancado en su progresión, lo que se ha traducido en una diferencia de 32 puntos con respecto a su compañero Carlos Sainz.
Mientras, Gasly se ha dedicado a hacer méritos para justificar su ascenso a la Fórmula 1. Decidió unirse a la parrilla de la Super Fórmula japonesa a tiempo completo junto al Team Mugen, donde tuvo un complicado inicio de temporada. Gasly no logró puntuar en las dos primeras carreras, disputadas en Suzuka y la ronda doble de Okayama, pero en la segunda prueba disputada en este último pudo romper su racha con un séptimo puesto.
A partir de ahí, su progresión fue en ascenso. Gasly finalizó quinto en la cita de Fuji y confirmó su adaptación a la categoría japonesa con dos victorias consecutivas en Motegi y en Autópolis. Estos resultados permitieron al francés posicionarse como uno de los aspirantes al título al colocarse en segunda posición del campeonato. A falta de tres citas para el final, también aspira a mejorar la actuación de Stoffel Vandoorne durante la pasada temporada, con quien actualmente está empatado a victorias.
Aparte de su aventura por el país del sol naciente, Gasly hizo su aparición en la Fórmula E en la ronda disputada en Nueva York, donde reemplazó a Sebastien Buemi en e.Dams por coincidencia con la labor del suizo como piloto de Toyota en el WEC. A pesar de no tener experiencia con el coche, hizo una gran labor finalizando ambas carreras en la zona de puntos. A pesar de una mala clasificación para la primera ronda del fin de semana, pudo remontar del 19º lugar hasta el séptimo puesto. Para la segunda ronda, Gasly tuvo un mejor rendimiento a una vuelta y clasificó en cuarta posición, donde terminaría la carrera a pesar de impactar contra las barreras en la última vuelta tras luchar por el podio.
El posible acuerdo entre Renault y Carlos Sainz para la próxima temporada podría dejar la puerta abierta de Toro Rosso para Gasly. La cesión del piloto madrileño sería la oportunidad que estaba esperando el francés para poner el pie dentro de la Fórmula 1 en un asiento titular. En caso de que haya una asociación entre el equipo de Faenza y Honda, con las consecuencias que podría traer la colaboración en cuanto a pilotos, el futuro incierto de Kvyat mantiene las esperanzas de Gasly de realizar su esperado debut en la cúspide del automovilismo. El francés ha demostrado que merece un puesto y ahora le toca a Red Bull mover ficha.
