Sergio Pérez se ha convertido en el piloto revelación de la presente temporada. Aunque en 2011 ya demostró de lo que es capaz a los mandos de un monoplaza de Fórmula 1, 2012 está siendo el año de su consagración entre los mejores pilotos del Mundial. Con tres podios en su haber, dos segundos puestos en Malasia e Italia y un tercero en Canadá, el mexicano ocupa la novena plaza de la Clasificación de Pilotos.

Considerado como el próximo piloto de Ferrari y perfecto sustituto de Felipe Massa en la Scuderia, Pérez ya ha empezado a notar el gran interés que despierta su figura entre los medios de comunicación internacionalos y entre los aficionados. No obstante, en una entrevista a la web oficial de la F1, el de Guadalajara afirma no acostumbrarse a ser el centro de atención. "Ahora mismo, es extraño ver cómo hay gente que está empezando a considerarme una estrella. En México, la gente está muy interesada en mi vida, en lo que hago y nunca pensé que me convertiría en una especie de personaje público", señalaba el piloto de Sauber.

"Siempre he querido estar en la Fórmula 1 y ganar carreras, nunca había malgastado un pensamiento en lo que viene detrás: la fama, el interés de la gente... Y encuentro muy divertido que, de repente, la gente esté tan interesada en una persona como yo", añadía el mexicano.

Los tres podios conseguidos por Pérez le acercan a su máximo objetivo actual en la Fórmula 1: lograr una victoria. Aunque ha estado cerca de conseguirlo en dos ocasiones, el piloto de Sauber no tirará la toalla ya que, como bien le han aconsejado desde que era pequeño, la vida es complicada y hay que aprender a sobrellevar las responsabilidades y los triunfos cuanto antes. "Mi familia siempre me ha dicho que he de trabajar lo más duro que pueda porque la vida es muy dura", afirmaba el de Guadalajara.

En opinión de Pérez, empezar a forjar una vida profesional y personal con 15 años y alejado de su familia fue un momento complicado pero satisfactorio al comprobar que tanto esfuerzo le ha llevado a la categoría reina del automovilismo y siempre con buenos consejos en mente. "Llegué a Europa, a Alemania, cuando era muy joven, sólo 15 años, y fue un momento duro para mí. Dejar a mi familia y mi país, llegar a un ambiente completamente diferente... eso me hizo entender, a una edad muy temprana, cómo de difícil puede ser la vida", señalaba en la entrevista a la web oficial de la F1.

"Siguiendo esta línea, hay muchas lecciones sobre la madurez, tanto personal como profesionalmente. Probablemente, lo más importante sería madurar lo más rápido posible. Hasta el momento puedo decir que estoy muy orgulloso de cómo he llevado mi vida hasta ahora", añadía Pérez.

A excepción de los podios y los resultados conseguidos en pista, el piloto de Sauber asegura que ver a los aficionados apoyándole en cada carrera es uno de los momentos más agradables de la temporada. No obstante, hay uno que destaca entre los demás. "Canadá fue un momento muy emocionante. Había muchos aficionados mexicanos. Me llegó al corazón", afirmaba el mexicano.

La Fórmula 1, como cualquier deporte o circunstancia en la vida, también tiene su cara oscura. En su primer año en el Gran Circo, Pérez sufrió un grave accidente en el Gran Premio de Mónaco que le dejó apartado de la competición en la prueba de Montecarlo y en la siguiente que se disputó en Canadá. Para el de Sauber, es imposible borrar las imágenes de su incidente en la prueba monegasca y ha afirmado que, desafortunadamente, siempre permanecerán en su mente.

Sin embargo más de un año después del accidente, el futuro de Pérez brilla con máxima intensidad y su nombre, profesionalidad y agallas al volante de un monoplaza es ya conocido en el mundo del automovilismo.