Niki Lauda es uno de los pocos personajes del paddock que, de vez en cuando, se atreve a decir las cosas claras, pero tampoco tiene inconveniente en pedir perdón. Lo demostró ayer, cuando quiso zanjar definitivamente la polémica que él mismo generó con su tajante sinceridad al opinar sobre el equipo Ferrari, del que dijo en una entrevista al diario El País que con el F14T había fabricado "un coche de mierda".
Primero, el tricampeón austriaco visitó el box de la Scuderia durante los entrenamientos libres matinales, adonde casualmente le esperaba un cámara de la FOM y también Marco Mattiacci, a quien estrechó la mano y pidió perdón con luces y taquígrafos. Lo refrendó en una breve entrevista a Sky Italia, que había dispuesto estratégicamente a uno de sus reporteros en la puerta trasera de los talleres de Ferrari.
La campaña de corrección política de Lauda ya había empezado a principios de semana, con una disculpa a "Montezemolo, Ferrari y todos los italianos" publicada oportunamente en el rotativo italiano La Gazzeta dello Sport, pero el penúltimo episodio lo quiso difundir a través del medio al que había concedido la sincera entrevista de la discordia. Así, Lauda dijo a nuestro compañero Oriol Puigdemont que "una cosa es que Ferrari haya cometido errores con este monoplaza, pero al mismo tiempo y tal cómo están las cosas, no veo mejor opción para Fernando que permanecer allí. En un año todo puede cambiar mucho y tarde o temprano volverán a ganar", dijo el astuto presidente no ejecutivo de Mercedes AMG F1.
Poco después, Marco Mattiacci también echaba tierra sobre una polémica que nunca tuvo sentido: "Todo el mundo es libre de hacer comentarios. Estoy contento de que tengan tiempo de pensar sobre nuestros coches porque yo no tengo suficiente para pensar en los de otros equipos", dijo el romano cuando fue consultado sobre el asunto en la rueda de prensa oficial de la FIA. "Para mí es una figura icónica de mi niñez y lo es en particular para Ferrari. Hoy vino a nuestro box para disculparse y honestamente siento muy incómodo para Marco Mattiacci o para Ferrari en este caso recibir las excusas de un campeón así que creo que ha sido puesto en medio de algo. Pero creo que está claro que es un amigo de Ferrari y tengo sumo respeto por Niki. Así que capítulo cerrado", remató el jefe de la Scuderia, que no perdió la ocasión para arremeter de nuevo contra el periodista que tan sólo destacó unas palabras tan verdaderas en su forma –son exactamente las que Lauda empleó– como en el fondo –ni siquiera dentro del equipo italiano se niega la retahíla de defectos del F14T–. Así es la Fórmula 1.
