La trayectoria deportiva de Niki Lauda estuvo llena de éxitos, pero también de tragedia. El piloto austriaco se ha convertido en una de las grandes leyendas de la Fórmula 1 no solo por sus tres campeonatos del mundo, también por su valentía y su pundonor. Lauda era un piloto que no se andaba con tonterías y era directo en sus palabras, un peculiar carácter con el que se ganó la admiración de miles de aficionados.

El salto a la fama de Lauda en la Fórmula 1 llegó con su fichaje por Ferrari en 1974. A pesar de que para entonces todavía era un completo desconocido, el austriaco dio un golpe sobre la mesa con una segunda posición en su primera carrera con la Scuderia. Su primera victoria en la categoría llegó solo tres carreras después, pero una serie de errores derivados de su poca experiencia y problemas mecánicos solo permitieron a Lauda sumar un triunfo más ese año.

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Lauda no tuvo un comienzo de temporada excelente en 1975, pero remontó el vuelo ganando cinco carreras consecutivas que fueron claves para asegurarse su primer campeonato del mundo. La campaña siguiente tuvo un inicio completamente opuesto a la anterior, ganando cuatro de las seis primeras carreras y finalizando segundo en las otras dos. Estaba dominando claramente el campeonato cuando llegó el Gran Premio de Alemania.

Durante la segunda vuelta de la carrera, Lauda sufrió un dramático accidente donde su Ferrari comenzó a arder. Una vez fue evacuado del vehículo, el austriaco había sufrido graves quemaduras en la cabeza y había inhalado gases tóxicos que dañaron sus pulmones. Parecía que Lauda no iba a sobrevivir a tales lesiones, pero completó una recuperación milagrosa para volver a la pista tras perderse solo dos carreras, seis semanas después del accidente.

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Este es uno de los sucesos más conocidos de la carrera de Lauda que aparecen en la película ‘Rush’, inspirada en la rivalidad que el austriaco mantuvo con James Hunt en esta época de la Fórmula 1. Esta película permitió que el gran público pudiera conocer la historia de unas de las rivalidades más emblemáticas de la historia de la competición y puede adquirirse en este enlace.

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Otra obra que también trata sobre la rivalidad entre Lauda y Hunt es ‘The Playboy and the Rat’, que además de incluir la lucha por el campeonato de 1976 va más allá y habla sobre los caminos que tomaron cada uno después de esa mítica campaña. El libro, en inglés, puede adquirirse a través de este enlace.

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Hunt había conseguido recortar la amplia ventaja de Lauda en el campeonato a solo tres puntos antes de la última carrera de la temporada, el Gran Premio de Japón. Debido a la torrencial lluvia, Lauda decidió retirarse voluntariamente de la carrera al considerar las condiciones demasiado peligrosas para competir. Esta decisión no fue bien recibida en Ferrari, pues le costó el campeonato. A partir de entonces, la relación de Lauda con la Scuderia se fue deteriorando, incluso ganando el título en 1997, hasta que decidió abandonar la estructura.

Tras una temporada enrolado en las filas de Brabham, Lauda manifestó su deseo de retirarse de la competición. El austriaco se mantuvo inactivo hasta 1982, cuando regresó de la mano de McLaren. Lauda demostró todavía tenía el nivel para ganar carreras con una victoria en su tercera aparición tras su regreso y consiguió su tercer título en 1984, un año antes de retirarse definitivamente tras una pobre temporada.

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Lauda se mantuvo ligado a la Fórmula 1 después de su retirada en diferentes roles. Durante los últimos años, el austriaco fue presidente no ejecutivo de Mercedes y era un habitual del box del equipo de Brackley hasta que fue ingresado de urgencia para efectuarle un doble trasplante de pulmón en el verano de 2018. Lauda sobrevivió a la delicada operación y estaba en pleno proceso de recuperación cuando la familia anunció su muerte el 20 de mayo de 2019. El austriaco es todo un símbolo de valor y espíritu luchador de la Fórmula 1 que siempre será recordado por los aficionados.