La carrera de Romain Grosjean tuvo un final que llegó antes de lo previsto. Haas alertó al piloto francés por la radio de que su neumático delantero izquierdo estaba perdiendo presión tras el toque que tuvo con Nico Hulkenberg en la primera vuelta, por lo que entró a boxes para cambiar sus gomas y montar el compuesto blando. Unos instantes después, el equipo estadounidense se dio cuenta de que algo había salido mal en la parada.
Grosjean comenzó a rodar lento porque una tuerca de la rueda trasera izquierda estaba mal colocada, por lo que podría desprenderse en cualquier momento. El francés paró el monoplaza en una de las escapatorias y dijo adiós a la carrera. Este tipo de infracciones suelen estar fuertemente castigadas ya que se pone al resto de competidores en peligro en caso de que una rueda llegue a soltarse.
Los comisarios investigaron lo sucedido y castigaron a Haas con una multa de 5.000€ por permitir a Grosjean salir de boxes con el monoplaza sin la rueda puesta correctamente. No se trata de una cantidad que vaya a poner en duda el presupuesto del equipo para el resto del año, pero es una cifra considerable aunque lógica teniendo en cuenta que se trata de un problema de seguridad.
