El reinado de Max Mosley al frente del organismo rector de este deporte del motor, la FIA, vio un empuje al incrementarse las medidas de seguridad. Esta tendencia continúa hasta nuestros días, con la prevista introducción del dispositivo 'halo' para proteger la cabeza de los pilotos. La muerte de Ayrton Senna en Imola, 1994, ayudó a inspirar ese movimiento y Mosley admitió que un accidente como el de Fernando Alonso, pudo haber tenido el mismo resultado trágico.

El francés Jules Bianchi también falleció a causa de un accidente sufrido en el Gran Premio de Japón 2014. Mosley calificó de "impresionante" lo sucedido al piloto español el domingo y aprovechó para agradecer los esfuerzos de su antiguo jefe médico de la Federación, Sid Watkins.

"No creo que pudiera haber sobrevivido", ha asegurado Mosley para varios periódicos nacionales. "No lo sabremos con certeza sin un análisis detallado, pero en general, ese tipo de accidentes causan lesiones graves o la muerte. Todo parece haber salido bien. Todavía hay accidentes extraños, como el de Jules, pero en este tipo de sucesos graves, te esperas ver al piloto en pie. Eso no habría sido el caso hace 20 años. Fue todo gracias a Sid Watkins, a un equipo de personas muy competentes y a los propios equipos", ha añadido Mosley.

"Se necesita investigar a nivel científico, ese fue el gran cambio después de la muerte de Ayrton Senna en Imola en 1994. Es muy satisfactorio ver a Alonso en pie. Trabajas duro y es muy agradable cuando se ven los resultados. Fue un grave accidente", ha apuntado Mosley.