Luca Cordero di Montezemolo–presidente de Ferrari- ha confesado hoy que los caminos de Ferrari y Ayrton Senna pudieron llegar a ser uno solo en 1994, días antes de que el astro paulista sufriera el accidente más grave de su vida, en el trazado de Ímola.

"Él (Ayrton) quería venir a Ferrari y yo le quería en el equipo", sentenció Montezemolo en la web oficial del equipo, "cuando él estaba en Italia para el Gran Premio de San Marino, nos encontramos en mi casa de Bolonia el miércoles 27 de abril (de 1994)", añadió.

"Me contó que realmente admiraba nuestro rendimiento sin las ayudas electrónicas para pilotar, lo que no permitía mostrar las habilidades de conducción de los pilotos al máximo", puntualizaba el italiano.

"Hablamos por un tiempo largo y él me dejó claro que quería acabar su carrera en Ferrari, ya habiendo estado cerca de unirse a nosotros años atrás. Acordamos vernos pronto de nuevo, para ver cómo podíamos superar las obligaciones de su vigente contrato (con Williams). Estábamos los dos de acuerdo en que Ferrari sería el sitio ideal para seguir su carrera, lo que hubiera sido brillante, incluso único", recordaba soñando Montezemolo.

"Desgraciadamente, el destino nos robó a Ayrton y a Roland Ratzenberger en uno de los fines de semana más tristes de la historia de la Fórmula 1", apuntaba.

¿Qué era lo que gustaba en Ferrari sobre Ayrton?: "De Senna recuerdo su amabilidad y su naturaleza simple y tímida, lo que contrastaba completamente con el Senna piloto: un luchador que siempre peleaba por lo mejor", analizaba el presidente de Ferrari.

"Él era realmente extraordinario en calificación, pero también un gran luchador en las carreras: siempre peleó con uñas y dientes", concluyó.

No obstante parezca que Senna estuvo más bien lejos que cerca de Ferrari, la historia Luca Montezemolo ha desvelado hoy no es el primer encuentro –ni el más cercano- entre la legendaria escudería italiana y el legendario piloto paulista.

De hecho, y como desveló la revista griega gocar.gr, Ayrton Senna firmó un precontrato con la Scuderia Ferrari en 1989, en el que se estipulaba que el astro brasileño estaría a bordo de un auto rojo en 1991 y 1992.

Así lo confirmó el ex director deportivo de Ferrari por aquel entonces, Cesare Fiorio, quien tentó a Senna para que se marchase de McLaren en dirección a Maranello, lo que nunca acabó sucediendo.

"Cuando fui a Ferrari en 1989, mi prioridad era tener al mejor piloto disponible. Y, obviamente, Senna fue el primero en mi ‘lista de la compra’, segundo estaba (Alain) Prost y claro que (Nigel) Mansell, quien ya estaba en el equipo. Mi objetivo era reemplazar a Gerhard Berger por Ayrton Senna, así que inicié las conversaciones inmediatamente", confesaba Fiorio.

"Senna señaló que tenía contrato para el año próximo (1990 junto a McLaren, año cuando, curiosamente, consiguió su segunda corona), así que no podía acordar nada. Decidimos volver a hablar pronto. Conseguí traer a Prost al equipo (en 1990), quien creó una muy buena alineación junto a Mansell", continuó el italiano.

Como es obvio ahora, ese pre-contrato nunca se llegó a materializar… Pero, ¿por qué? Según asegura Fiorio, el entonces presidente de Ferrari, Piero Fusaro, tenía una muy mala relación con él, hasta el punto de que se creó una especie de guerra interna en la Scuderia.

Una vez en esta situación, Fusaro fue a hablar con Prost y le contó que Fiorio pretendía traer a Senna al equipo, y que el brasileño era su preferido, lo que –naturalmente- enfadó muchísimo al francés, considerando la mala relación que se había sembrado entre dos de los mejores pilotos de la historia cuando fueron compañeros en McLaren.

Amén de esta conversación, la relación entre Fiorio y Prost se enfrió y tuvieron problemas en aspectos de colaboración, lo que impulsaron a Fiorio a dimitir finalmente, razón por la cual Ayrton no terminó en Ferrari.