Mick Schumacher es el piloto que mayor expectación ha levantado en los test postcarrera que tuvieron lugar en Bahréin. El hijo del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 participó en sus primeras pruebas a bordo de un Ferrari, una imagen muy emotiva para los nostálgicos de la competición. Muchos son los que sitúan al actual piloto de Fórmula 2 en el ‘Gran Circo’, pero Mick prefiere ir con calma.

Después de la primera ronda de la temporada de la categoría inferior a la Fórmula 1, Schumacher se encuentra en la séptima posición de la clasificación general, siendo un sexto puesto en la carrera corta su mejor resultado del fin de semana. El germano quiere llegar a la categoría reina lo mejor preparado posible, aunque para ello necesite pasar alguna temporada más en Fórmula 2.

“Obviamente, es mi primer año en Fórmula 2, así que veremos cómo va. Quiero llegar a la Fórmula 1 como un piloto completo y estar lo más preparado posible. Creo que el tiempo dirá si eso ocurrirá el año que viene o el siguiente, o si es al otro año. Estoy yendo paso a paso. Vine a este test a divertirme y lo hice al 110%. Supongo que se puede saber porque estoy sonriendo mucho”, manifestó Schumacher.

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El joven alemán cree que podrá aplicar lo aprendido durante su test en Fórmula 1, donde se subió al Ferrari y al Alfa Romeo, en su temporada de debut en Fórmula 2. He aprendido muchas cosas que también puedo aplicar en la Fórmula 2. Usaré cada una de esas cosas. Aprendía algo nuevo cada vez que salía a pista”, comentó.

“Aprendí cosas sobre cómo conducir el coche, sobre las sensaciones que tenía y las que estaba buscando. Era realmente complicado encontrar el límite en la frenada porque cada vez estaba más lejos dentro de la curva. Sentía que podía frenar en el cartel de 50 metros en la primera curva, pero obviamente no es posible. Siempre iba frenando un poco más tarde cada vez”, añadió Schumacher.