El Gran Premio de China parecía que iba a disputarse a una sola parada al frente de la parrilla, pero el segundo pit stop de Max Verstappen abrió la veda de los equipos punteros. Las escuderías tenían que decidir entre mantenerse en pista y ahorrarse el tiempo que se tarda en realizar una parada o cubrirse del piloto neerlandés, quien sería más rápido en la fase final de la carrera al contar con gomas nuevas.
Ante este dilema, en Mercedes decidieron sacarse de la manga uno de sus espectaculares doble pit stop que alguna vez se vieron en el pasado. Los mecánicos del equipo de Brackley cambiaron los neumáticos de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas en diez segundos llenos de acción. La coordinación y la ausencia de errores fueron claves a la hora de llevar a cabo esta arriesgada maniobra.
Andrew Shovlin, director de ingeniería de Mercedes, ha explicado cómo se desarrolló esta doble parada en China. “En la vuelta 35, Sebastian Vettel entró en boxes y nos causó un dilema porque teníamos una distancia decente. Si parábamos a Lewis primero y a Valtteri segundo, corríamos el riesgo de que Vettel pudiera hacer el ‘undercut’ a Valtteri y arrebatarle la posición”, comentó.
“Con Lewis, cabía la posibilidad de que Valtteri le hiciera el ‘undercut’. Esto nos dejó en una posición comprometida. Fue Toto Wolff quien sugirió hacer una doble parada. Decidimos ir hacia adelante con ello, pues nos permitiría mantener a los dos coches en la misma posición que antes de la parada y también nos protegería de perder posiciones ante Ferrari. Era la solución perfecta y fue una parada muy bien ejecutada por los mecánicos”, relató.
“Es muy complicado para el encargado del gato trasero porque tiene que quitarse de en medio cuando el primer coche se va y volver a colocarse en su posición cuando entra el segundo. La coreografía es bastante difícil. Hay muchas cosas que organizar y tener tantos neumáticos en el pit lane es un riesgo. Tenemos que asegurarnos de que ponemos los neumáticos correctos en el coche adecuado”, añadió.
