El jefe del equipo Mercedes, Toto Wolff, se ha mostrado muy indignado con la actitud de sus pilotos después de que hayan chocado en la última vuelta del pasado Gran Premio de Austria. A Nico Rosberg le sancionaron y perdió la victoria (acabó cuarto) en manos de Lewis Hamilton.

Wolff cree que este accidente no tendrá las mismas consecuencias que el del GP de España, a pesar de que en esa ocasión perdieron muchos puntos más que en Spielberg. Las órdenes de equipo vuelven a estar en la mesa de los de Brackley y, según las palabras del jefe, todo parece indicar que es la opción más probable ahora mismo.

"En Barcelona fui más suave con ello porque habían pasado 29 carreras sin ninguna colisión. Estaba claro que de alguna forma iba a ocurrir y dejó fuera a ambos coches. En ese momento pensé que habían visto las consecuencias y que ambos habían aprendido la lección para que no vuelva a suceder. Pero ahí lo tienes de nuevo, ha vuelto a pasar", ha citado Wolff.

"Así que la única consecuencia ahora es mirar todas las opciones disponibles y una de ellas es congelar el orden en el que ruedan en cierto punto de la carrera. Es poco popular y personalmente me hace vomitar porque a ellos les gusta correr, pero si competir no es posible sin colisiones, esa será la consecuencia", ha sentenciado el austríaco.

Wolff quiere evitar tomar decisiones en caliente, así que dejará que corra un poco el tiempo, aunque no demasiado, porque esta misma semana hay de nuevo una carrera, esta vez en Silverstone, uno de los puntos importantes del calendario y en el que Mercedes no quiere repetir lo ocurrido.

"Tenemos que calmarnos un poco y vamos a decidir dentro de un par de días. Vamos a tomar una decisión sin importar lo que nos digan los pilotos. Somos un equipo y una vez que tomemos una decisión no podremos cambiar de idea. El resultado de ella tiene que evitar el contacto entre los dos coches, así que todas las opciones están disponibles", ha añadido.

A pesar de su malestar, el jefe de los campeones del mundo no ha querido culpar directamente a nadie, aunque cree que ambos tienen su parte de responsabilidad. Wolff asegura que tampoco es que le importe mucho qué piloto es el máximo culpable, le preocupa más que no se repita.

"Hacen falta dos para una pelea. Pero todo empieza en algún sitio y fue en la frenada de la curva dos, en la que vimos una maniobra dura y que pudo terminar con una doble colisión, lo que obviamente es nuestra peor pesadilla", ha asegurado.

¿Cree Wolff que Rosberg buscó deliberadamente el contacto con Hamilton?. "No, no creo que las cosas sean blancas o negras. Nico tenía problemas en el coche e intentó frenar más tarde, fuera de la zona normal de frenada, Lewis apareció en el exterior y allí se tocaron. No quiero culpar a nadie particularmente. Estoy cansado de tener que analizar momentos así. Simplemente no quiero que se toquen nunca más", ha concluido Wolff.