Fernando Alonso debería partir desde la decimotercera posición a carrera. Había sido la tercera mejor clasificación del piloto en lo que va de temporada, si bien, aún lejos de ese objetivo de entrar constantemente en la Q3. Y precisamente, fue en ese último intento forzando la máquina para intentar entrar en Q3, cuando Alonso excedió los límites de la pista, golpeando los polémicos bolardos y rompiendo el alerón delantero.

McLaren pidió permiso a la FIA para remplazar el alerón delantero, algo contemplado en el reglamento, ya que hay que recordar que los vehículos entran en régimen de parque cerrado al comenzar la sesión de clasificación. Desafortunadamente, el alerón que rompió Fernando era único, diferente al que el equipo traía de repuesto.

Y aunque el grueso de la pieza es el mismo, un alerón, y la rotura estaba demostrada, la FIA lo considera como una rotura del parque cerrado, obligando al piloto asturiano a salir a carrera desde el pit lane.

McLaren aprovecha la situación e introduce también en el vehículo de Fernando Alonso la nueva MGU-K que ya disfrutan en Renault y en el vehículo de Stoffel Vandoorne, ahorrándose la penalización correspondiente por estrenar el tercer componente de una pieza restringida a dos para toda la temporada.