El errático comienzo de temporada de Max Verstappen suscitó numerosas críticas en relación al agresivo estilo de pilotaje del neerlandés. El piloto de Red Bull se vio involucrado en numerosos accidentes, siendo su choque en el Gran Premio de Mónaco especialmente molesto. Verstappen echó a perder una prácticamente asegurada primera fila en la parrilla cuando impactó contra las barreras en el tercer entrenamiento libre, suceso que le impidió salir a la clasificación.

Verstappen supo responder en el momento en el que más cuestionado estaba con una sólida actuación en el Gran Premio de Canadá. El neerlandés clasificó en tercera posición después de mostrar un buen ritmo en los entrenamientos libres y terminó la carrera en tercera posición, consiguiendo de esta forma su segundo podio de la temporada hasta el momento.

Esta mejora en el rendimiento de Max coincide con la ausencia de su padre Jos en el paddock de la Fórmula 1. Verstappen Sr se había mantenido muy cerca de su hijo desde su llegada a la categoría reina del automovilismo, pero el joven piloto acordó con Red Bull viajar a Canadá sin la compañía de familiares ni de su equipo de managers, una decisión que pareció tener efectos positivos en Montreal.

Esta es la primera carrera en la que ha estado solo y es algo diferente. Es imposible saber si ha contribuido a algo. Todavía está evolucionando y madurando como piloto a la vez que gana experiencia. Es algo que hablamos con él y llegó a un acuerdo con el equipo”, confirmó Christian Horner una vez terminó la carrera.

“No estoy diciendo que haya ayudado a algo, simplemente que fue algo distinto. Ha estado muy centrado en todo lo que ha hecho a lo largo del fin de semana y ha realizado un gran trabajo. Hay que valorar la gran carrera que ha hecho terminando a una décima de Valtteri Bottas”, añadió el jefe de equipo de Red Bull.