Durante la temporada 2018 de Fórmula 1 pocos episodios se volvieron tan tediosos como los continuos cruces de acusaciones entre Cyril Abiteboul, de Renault, y el elenco de Red Bull formado por Helmut Marko, Christian Horner y Max Verstappen, los cuales carrera sí y carrera también se dedicaron a acusarse mutuamente de cualquier cosa, sin que por ello ninguno faltase necesariamente a la verdad.
A toro pasado, Verstappen intenta maquillar las acusaciones vertidas durante el año, o al menos, explicar nunca quiso ser hiriente, sino tratar de motivar a los franceses. “Nunca tuve la intención de ofender, solo quería que se hiciera mejor. Todo se hace bajo presión y se debe estar abierto a la crítica. Así es como he crecido. Hay que querer ganar, y eso tiene que venir de ambos lados.”, explicaba Verstappen en declaraciones a Ziggo, medio neerlandés.
“Con Honda, no espero un año perfecto, pero hay que creer en el proyecto. No podemos ser impacientes con Honda desde el principio. Tras cuatro años en los que Renault nunca funcionó, en algún momento tiene que explotar. Pero con Honda es distinto. No espero competir por el campeonato, pero sí estar más cerca y ser constante.”, añadía el de Red Bull.
Con Toro Rosso, Honda ha tenido un año con muchos problemas de fiabilidad y un rendimiento que en apariencia ha ido de menos a más, pero que no se ha reflejado en la tabla de puntos, pues la mejor carrera del equipo de Faenza fue al comienzo de la temporada, en un aún todavía inexplicable Gran Premio de Bahréin.
En Red Bull sin embargo se muestran optimistas, al haber comparado los datos del motor Renault y el Honda, y según sus palabras, estar el japonés por delante, lo que a priori les debería beneficiar a la hora de luchar por más victorias que lo logrado en estas últimas temporadas.
