El plazo límite para encontrar una solución a la crisis que vive Red Bull era finales de octubre, pero Dietrich Mateschitz, propietario de este equipo, asegura que la decisión final se puede posponer algo más y concreta fechas.

"Ampliaré el plazo por tres semanas más", asegura Mateschitz, que significa que sus jefes de equipo tienen hasta el fin de semana del 21 al 22 de noviembre para llegar a una solución.

Sin embargo, admite que ya no hay ninguna posibilidad de adquirir motores de Mercedes o de Ferrari, las unidades de potencia que Red Bull deseaba. Horner afirmó durante el fin de semana del Gran Premio de México, que Honda estaba "muy dispuesta" a suministrar a Red Bull, mientras que el jefe de McLaren, Eric Boullier, declaraba que su equipo "no es una fundación benéfica", que tiene que resolver los problemas "creados por Red Bull".

Además, Horner describe su relación con Renault como una infeliz en los dos últimos años. "No fue una calle de sentido único. Tienes que entender toda la historia, los antecedentes y las circunstancias. Siempre es fácil de ver en retrospectiva, pero ha habido un montón de cosas por ambos lados", añade

"Hemos pospuesto nuestro plazo por otras dos o tres semanas más. No podemos tener acceso a un motor competitivo de todos modos. Pero sería la primera vez que no tenemos otra alternativa", asegura Mateschitz en declaraciones a Speed Week.

SUS RIVALES TIENEN MIEDO

Mercedes y Ferrari han sido claros sobre los inconvenientes de suministrar motores a Red Bull, ya que podrían correr el riesgo de que les vencieran. Mateschitz aseguraba que estaba claro que había una motivación competitiva detrás de lo que había sucedido. "Los equipos tienen miedo de que podríamos se más rápido que ellos. Está claro todos lo ven", destaca.

Como Red Bull parece tener como única opción Renault, han sugerido que el fabricante de automóviles francés podría comprar su equipo en lugar de Lotus. Pero este escenario ha sido desmentido por Mateschitz. "Totalmente impensable", opina finalmente.