Un lejano 17 de marzo de 2013, comenzaba la temporada de Fórmula 1 en Australia con una extraordinaria victoria de Kimi Raikkonen a bordo de su Lotus, superando a Fernando Alonso y Sebastian Vettel. Una victoria no del todo sorprendente, pues tres grandes premios antes, Kimi también había ganado, en ese caso, en Yas Marina, también con Lotus, el equipo que confió en el tras su periplo en el WRC.
Esa victoria quedó clavada a fuego en el historial de Kimi Raikkonen, pues parecía que no iba a volver a conseguir una victoria, a pesar de ser las cinco temporadas posteriores en el equipo Ferrari, donde su compañero sí ha logrado el triunfo en múltiples ocasiones. O así era, hasta este Gran Premio de Estados Unidos, en el que Kimi fue mejor que el resto para regresar a lo más alto del podio, no sin sufrimiento, pues acabó muy presionado tanto por Max Verstappen como por Lewis Hamilton.
Nada menos que 113 Grandes Premio sin conocer el triunfo, más de 5 años, la mayoría, ya en Ferrari. No era de extrañar así el júbilo del personal de Ferrari ante el acontecimiento, pues no se trataba de una victoria más, sino de un homenaje al piloto que ha vestido de rojo ocho temporadas, al amigo tantas veces sacrificado y que ha vivido un sinfín de contratiempos, al piloto que se marcha a final de temporada, y que además, sigue siendo el último campeón del mundo de Ferrari, ya en un más que lejano 2007.
También ha llovido mucho desde su última victoria en Ferrari, lograda el 30 de agosto de 2009 en su escenario favorito, el circuito de Spa-Francorchamps. Más de nueve años han pasado para volver a ver a un Kimi Raikkonen vestido de rojo en lo más alto del podio. Y más que probablemente, su última vez. Por el camino, eso sí, infinidad de podios y alguna que otra pole position.
Tras un idílico 2007 en el que fue campeón, Kimi fue superado por Felipe Massa, más tarde por Fernando Alonso y también por Sebastian Vettel. No pasará a la historia como el mejor campeón del mundo de Ferrari, pero a fin de cuentas, un ferrarista más que explica la alegría de los de Maranello. Antes de llegar a Sauber, el piloto más veterano de la parrilla tiene tres oportunidades para dar de nuevo la campanada. Y si se lo preguntan, no, Kimi no es el piloto más longevo en lograr un triunfo, pues la marca de Luigi Fagioli con 53 años parece difícilmente superable, pero en semana de su cumpleaños, el piloto de 39 años, ha establecido la decimotercera marca en esta estadística.
