Las últimas semanas han sido claves para conocer el futuro de la Fórmula 1. Hace algunos días se sabían algunos de los detalles más importantes de cara al próximo año y, sobre todo, a partir de 2017, cuando se realizarán los cambios más significativos. Nuevos motores, aerodinámica más trabajada y nuevos neumáticos están entre las propuestas.

Ahí entran los suministradores de las marcas de neumáticos, que intentarán adaptarse a las peticiones de la FIA para convertirse en el único fabricante del Gran Circo. Pirelli lleva en la F1 desde la temporada 2011 y ha recibido críticas y elogios, pero ahora se enfrenta a nuevas propuestas y hoy mismo prueba un neumático de 18 pulgadas en un GP2, a los mandos de Martin Brundle.

"Estamos deseando demostrar un nuevo concepto de neumático para la GP2. Lo probaremos hoy mismo. Eso demuestra nuestra capacidad de producir una variabilidad de soluciones de diferentes neumáticos para satisfacer cualquier petición", presume Paul Hembery.

El director de Pirelli Motorsport es consciente que lucha con Michelin para la temporada 2017. La marca francesa, por eso, está en desventaja porque han insistido en muchas ocasiones que ellos harán su propio neumático independientemente de lo que diga la FIA o los equipos.

"De momento, la intención es que haya solo un proveedor de neumáticos. Así que en 2017 puede que esté aquí o sentado en un barco con champán y viéndolo desde ahí", bromea Hembery.

La resolución vendrá dentro de unos meses, cuando la FIA haya hecho recopilado todos los datos necesarios de cada marca. "Estamos en una fase en que la FIA evaluará las competencias técnicas de cada proveedor y entonces aparece la parte más importante que es el aspecto comercial del promotor. Hay un calendario establecido y, obviamente, lo sabremos antes de final de año", revela el británico.