Uno por uno, los planes alternativos de Red Bull para rodar con Mercedes, Ferrari e incluso con el motor Honda el próximo año se descartaron, es decir, los esfuerzos se centraron en la búsqueda de una solución que implicase como socio al existente actualmente para los de Christian Horner, Renault.

El fabricante de automóviles francés podría estar a punto de anunciar la compra Lotus y volver al estado de equipo completo a finales de este mes en Abu Dhabi. Así que la solución de Red Bull, según los corresponsales de Sport Bild, Ralf Bach y Bianca Garloff, probablemente implicará propulsores Renault pero bajo el nombre de Infiniti en el 2016.

Esa puede ser una solución para una temporada y así salir del paso, antes de que entre en vigor, si lo hace, el plan de la FIA de introducir en la Fórmula 1 un motor paralelo fabricado por un proveedor independiente, basado en un V6 con doble turbo tipo IndyCar.

Según indicó al diario Der Spiegel Helmut Marko, consjero de Red Bull, esto necesitará "de un largo y constructivo debate" con el presidente de la FIA, Jean Todt. "Todt nos ha prometido que se introducirán regulaciones de motores en paralelo", destaca Marko.

Más tarde dijo que Red Bull aceptará un año más en la F1 ya que el equipo tiene una "perspectiva a más largo plazo". Lo único que falta ahora es que Dietrich Mateschitz apruebe el acuerdo Renault bajo marca Infiniti para el 2016, algo que se espera que haga antes del 20 de noviembre.

Toro Rosso por su parte, parece decidido a cambiar a las unidades de potencia de Ferrari. Christian Horner, jefe de esta escudería, aseguró recientemente que confiaba en que Mateschitz quisiera quedarse en la F1. "Se reconoce el compromiso, la habilidad y la determinación del equipo. Él quiere encontrar una solución para el futuro, se ha comprometido a ello y estando involucrado en numerosas conversaciones para tratar de facilitarlo todo", añade Horner finalmente.