Sebastian Vettel sufrió un accidente durante la primera de dos jornadas de test que Pirelli había organizado junto a Ferrari y con la aprobación de la FIA con el fin de trabajar sobre los neumáticos de agua los cuales han sido objeto de polémica por su ineficiencia en condiciones de mucha agua. El piloto alemán se fue contra las barreras tras perder el control de su vehículo en el circuito de Fiorano, despertando dudas de si se trataba de un error de pilotaje o de un problema con alguna de las gomas probadas.

Mario Isola, responsable de competición de Pirelli, quitó hierro al asunto en conversaciones con Motorsport-Magazin hablando de que fue un accidente normal, sin nada extraño, algo que puede ocurrir en cualquier momento. Isola negó que la cancelación de la segunda jornada tuviera algo que ver con los neumáticos, y que unicamente se debió a la imposibilidad de Ferrari de reparar el vehículo a tiempo, ya que este montaba elementos exclusivos para simular la carga aerodinámica de la normativa 2017.

Isola añadió que fue un accidente a muy baja velocidad y que el impacto con la barrera fue casi inexistente, pero que el coche se dañó lo suficiente. De nuevo añadió que son cosas que ocurren, y que también podría haber fallado el motor o la electrónica. Mario no quiso hablar de los detalles del accidente, limitándose a decir que aún estaban investigando el problema, sin señalar el aquaplaning o la pérdida de agarre como problema.

Durante un primer momento, se señaló a la baja temperatura tanto de la pista, que acababa de ser mojada como de los neumáticos como causantes de la pérdida de agarre que empujó al cuatro veces campeón del mundo fuera de la pista, si bien ahora Isola ha abierto la posibilidad de un aquaplaning muy inusual en jornadas donde la pista es humedecida de forma artificial.