Dejando a un lado la estratosférica Pole de Kimi Raikkonen en el Gran Premio de Italia, la otra imagen de la clasificación en Monza ha sido el encontronazo entre Fernando Alonso y Kevin Magnussen. Los dos pilotos estuvieron cerca de colisionar en la primera chicane del circuito, una polémica acción que se inició varios metros atrás.

"En la entrada de la Parabólica, estaba intentando acercarse para tener un rebufo perfecto y adelantarme en la curva 1”, explica Magnussen. “Es irrespetuoso. Estábamos como seis u ocho coches en un grupo, y en la salida de Ascari, Fernando estaba calentando los frenos, creo, no yendo rápido. Voy rápido, así que pasé por su lado. Pero luego, por alguna razón, él trata de acelerar y acercarse a mí en lugar de crear una brecha como todos los demás, continúa.

El piloto de Haas cree que a Alonso le salió mal la jugada y opina que el español se valora a sí mismo como “Dios”. "Obviamente, consiguió un rebufo perfecto y pensó que podría adelantarme en la curva 1, pero prefiero ahorcarme. Pensó que podría tener el rebufo perfecto y alcanzarme y luego ganar. No voy a dejarlo pasar y sacrificar mi propia vuelta. De ninguna manera. Él piensa que es Dios, pero de ninguna manera, afirma.

El danés comenta que ambos se vieron tras la sesión de clasificación y que, durante el encuentro, Alonso se rio “en su cara”. "Vino a verme después de la calificación y se rio en mi cara. Simplemente irrespetuoso. No puedo esperar a que se retire. Él habla sobre sus vueltas como si fuesen divinas y piensa que es un Dios. Es bastante divertido”, concluye.