Kimi Raikkonen afirmó tras conocerse su fichaje por Ferrari que se marchaba de Lotus debido a los problemas económicos además de no haber cobrado su salario. Aunque corrió en Abu Dhabi con la esperanza de llegar a un acuerdo que solucionara la situación con la escudería de Enstone, no participó en Estados Unidos y Brasil debido a una operación de espalda. Sin embargo, concluida ya la temporada, el finlandés todavía no ha cobrado la totalidad de su sueldo.

Así lo ha reconocido el propietario de Lotus, Gerard López, quién en declaraciones a la televisión finesa MTV3 ha reconocido que el campeón de 2007 no ha recibido todo su dinero pero trabajan en solucionarlo. "No todo el dinero. Parte sí, llegamos a un acuerdo sobre el pago en Abu Dhabi", señalaba el luxemburgués.

Respecto a la situación financiera de Lotus, existen informaciones que indican que los de Enstone siguen teniendo profundas deudas además de que algunos empleados y proveedores seguirían sin cobrar. Aunque López reconoce los apuros por los que está pasando el equipo, niega que los impagos correspondan a grandes cantidades y promete terminar pagando como es costumbre en ellos.“Ha habido retrasos. Pero las cantidades que he escuchado (en los medios de comunicación) son completamente ridículas. No entraré en detalles, diré que las cantidades que debemos no son grandes. Pagaremos, como hemos hecho siempre”, añadió.

En cuanto a Raikkonen, éste amenazó con no participar en las últimas carreras si la formación no le pagaba lo que le correspondía. Finalmente, el finlandés participó en Abu Dhabi pero se perdió los dos últimos Grandes Premios por intervención quirúrgica: “Vine aquí sólo porque con suerte daremos con un acuerdo que resuelva los recientes asuntos que estamos teniendo”, comentaba en aquel entonces el finlandés.

Después de eso, su estado de salud hizo que tuviera que perderse las carreras de Estados Unidos y Brasil por una operación de espalda.Recientemente, Lotus ha estado a la espera de firmar un acuerdo con el grupo de inversores Quantum, que pudiera sanar su economía, pero parece que dicha relación está lejos de llegar a buen puerto.