No fue una carrera soñada para el equipo Haas en su Gran Premio de casa. A pesar de que Günter Steiner había afirmado que su coche se adaptaba muy bien a los circuitos técnicos, el Haas sufrió en las enlazadas de Austin, no compensándolo en el resto del circuito.

Pero es que, además, sus pilotos se vieron envueltos en diversos incidentes. Kevin Magnussen golpeó a Pascal Wehrlein tratando de adelantarle en la primera curva. El Sauber del alemán dio un pequeño salto y quedó malherido, teniendo que abandonar en el siguiente giro.

En el caso de Romain Grosjean, fue él el golpeado, también en la primera curva, cuando Stoffel Vandoorne se lanzó a la piscina desde bastante lejos, bloqueando neumáticos y golpeando a Grosjean, al que consiguió adelantar. No quedó bien el Haas, que poco más tarde también sería adelantado por un Williams.

En ambos casos, los comisarios no vieron nada punible. O más concretamente, tras recibir el reporte de los puestos de comisarios, ni siquiera vieron necesario investigar. Para la FIA, este fin de semana, sí era lícito adelantar al contacto, no siendo una actitud censurable.