Fernando Alonso considera fundamental probar los monoplazas de 2017 para decidir si quedarse en la Fórmula 1 a partir de entonces. No es ningún secreto que el español no está contento con la actual era de las unidades de potencia, así que tiene ganas de la revolución normativa, que vendrá acompañada de neumáticos más grandes y más anchos, más carga aerodinámica y mayor velocidad.

Además, el próximo año también coincide con la última temporada de contrato del bicampeón con McLaren-Honda. "En este momento aún disfruto de las carreras. Es mi vida y lo único que puedo hacer bien. Si los coches no son divertidos el próximo año, cambiaré de categoría. Es un objetivo para mí ganar algún día las 24 horas de Le Mans", ha señalado el asturiano en declaraciones para el diario alemán Sport Bild.

El piloto de 34 años también ha insistido en que no se arrepiente de haber abandonado Ferrari a finales de 2014. "Habría sido demasiado doloroso acabar detrás de Red Bull o Mercedes durante seis o siete años y quería mantener buenos recuerdos de Ferrari, no recuerdos dolorosos", ha añadido.

Así, el piloto ha querido explicar las diferencias en los métodos de trabajo que existen entre su antiguo equipo, Ferrari, y McLaren y los beneficios que le ha aportado el cambio de conjunto, tanto a nivel profesional como a personal, el haber dejado la Scuderia.

"Me cambié a McLaren-Honda porque necesito esta motivación y este reto. En Ferrari tenía la posibilidad de ganar carreras y de estar en el podio pero nunca de ganar el Campeonato y tenía un nuevo reto, que era el proyecto McLaren-Honda. Sabía las dificultades pero es algo que me hizo feliz. Me ha hecho un piloto mejor y una persona mejor también. Trabajas con gente diferente, aprendes constantemente diferentes cosas. Creo que la filosofía en Ferrari y la de McLaren son bastante diferentes. También la cultura japonesa es muy diferente. Cuando juntas todo, es un proceso de aprendizaje en el que estamos. Estar en el medio de todo esto es bastante bueno para mí y para mi carrera y en términos de carácter y también con respecto al pilotaje, porque sigues con el aprendizaje, también como persona", ha expresado en una entrevista del portal web ESPN.

También ha justificado las diferentes decisiones deportivas que ha tomado a lo largo de su trayectoria, pues las mismas le han ayudado a formarse como piloto y como persona. Además, ha insistido en que optara por lo que optara, no sabía lo que iba a ocurrir.

"Las decisiones las tomas en el momento que las haces porque piensas que son lo mejor. No vale la pena mirar atrás y cambiarlas, cuando me fui de Renault a McLaren fue porque necesitaba ese cambio. Gané dos títulos pero no había motivación. Luego volver a Renault fue mi opción. Tenía la posibilidad de ir a Red Bull pero en ese momento era una bebida energética y no un equipo ganador. ¡Nadie tiene una bola de cristal! No me arrepiento de ninguna decisión, porque en el momento que las tomé, mi corazón me decía que siguiera hacia delante y estoy feliz con ellas. Prefiero ser un hombre feliz que tener dos trofeos más en casa", ha agregado.

Por último, ha adelantado lo que piensa hacer cuando se retire de la F1. Entre sus actividades posteriores estarán, sin duda, su circuito-museo, al que ya dedica todo el tiempo que puede en la actualidad. Además, ha dejado claro que se ve capaz de disfrutar de un mundo sin Gran Circo, aunque éste haya formado parte de él desde pequeño.

"Sobre el futuro no tengo nada claro aún. En este momento quiero continuar con el pilotaje. En España tengo también algunos proyectos de seguridad vial y el circuito, en el que tengo una escuela de kart. Ahora tengo en torno a cien niños de nueve a 11 años, así que hay mucho trabajo que hacer allí. Tengo un programa de seguridad vial por el que han pasado 2.000 niños en los últimos tres meses, así que hay muchas cosas que me quitarán mi tiempo y disfrutaré de esto. A nivel personal, tener una familia será algo bonito, ¡si encuentro a una mujer! Será probablemente el mayor objetivo tras acabar la F1. Toda mi vida ha sido estar detrás de un volante. Cuando mis hijos tengan tres, cuatro o cinco años, les puedo enseñar algo sobre coches y no sobre tenis, porque no tengo ni idea. Será bonito poder dar algún consejo a alguien que quiera. Pero por otro lado, es una vida que te pide mucho, así que si en el futuro a mis hijos les encantan las carreras y quieren ser pilotos de F1, está bien, pero si no, no estaré decepcionado porque creo que este tipo de vida te da mucho pero te quita mucho. Hay otras formas de disfrutar de la vida además de la F1", ha expresado para finalizar.