El Gran Premio de China será la prueba puntuable número 1.000 del mundial de Fórmula 1, un gran hito para la historia de la competición. Esta cita no solo es especial para Red Bull por este motivo, pues también se cumplen 10 años desde la primera victoria del equipo austriaco en la categoría. Para celebrar estos logros, los pilotos de Red Bull se han adentrado en la cultura china.

Antes de dar comienzo a los preparativos para la acción en pista, Max Verstappen y Pierre Gasly disfrutaron de unas envidiables vistas de la ciudad de Shanghái a la vez que contemplaban la danza de la suerte de los tradicionales leones chinos. Ambos tuvieron la oportunidad de pintar los ojos de sus respectivos leones, siendo el naranja el de Verstappen y el azul el de Gasly.

Después del baile de los leones, los dos pilotos de Red Bull pusieron a prueba sus habilidades tocando el tambor. A pesar de que se necesita mucha coordinación y ritmo para pilotar un Fórmula 1, Verstappen y Gasly demostraron que las dotes musicales no son lo suyo, aunque lo hicieron lo mejor que pudieron para intentar tocar algunas notas agradables.

Red Bull espera que la danza de los leones le traiga suerte en China tras un complicado fin de semana en Bahréin. La estructura de las bebidas energéticas no estuvo a la altura de sus rivales al encontrarse con problemas de ‘set up’, pero espera volver a la batalla al frente de la parrilla en Shanghái. La pasada temporada, Red Bull ganó gracias a Daniel Ricciardo, un resultado que aspiran repetir este año.