La Fórmula 1 supone un gran salto con respecto a las categorías inferiores en diversos aspectos, incluso en comparación a la Fórmula 2. Los equipos son mucho más grandes que en los campeonatos de promoción, por los que los pilotos tienen que acostumbrarse a trabajar con una cantidad de gente mucho mayor que a la que están familiarizados.

El caso de Charles Leclerc no ha sido una excepción en este sentido. El monegasco completó una brillante temporada de debut en Fórmula 1 de la mano de Sauber, llegando a puntuar de forma regular en la fase final de la campaña. A pesar del buen hacer de Leclerc en 2018, el joven piloto tuvo que pasar por una pronunciada curva de aprendizaje durante las primeras carreras del año.

Conseguir integrarse en la dinámica de trabajo del equipo Sauber fue fundamental en el éxito de Leclerc esta temporada.Tuve que acostumbrarme al paddock y a las cosas que necesitamos hacer aparte de pilotar, las cuales no me esperaba al comienzo del año. Todos esos pequeños detalles marcan mucho la diferencia”, explicó el nuevo piloto de Ferrari.

“He aprendido a trabajar con mucha más gente. En las categorías inferiores, solo hablas con tu ingeniero y ya está. Todas esas cosas me han cambiado un poco. Al principio, resulta muy intimidante hablar con tanta gente porque todo lo que diga lo van a analizar no solo los ingenieros, también lo hará mucha gente más. Te acabas acostumbrando al final a eso y a dar un feedback más preciso”, añadió.

No resultaba extraño ver a Leclerc cometiendo errores durante las primeras carreras de la temporada, pero el monegasco aprendió la lección para sobreponerse a estos errores. “Aprendí muchísimo en las primeras tres carreras. Trabajé extremadamente duro para entender e identificar mis debilidades, las cosas que no iban bien. Tras esas carreras, finalmente entendimos lo que pasaba y dimos un gran salto”, comentó.