El primer Gran Premio de Japón de Charles Leclerc será una experiencia emocionalmente complicada para el monegasco. Leclerc pilotará en el circuito de Suzuka por primera vez cuatro años después del fatal accidente de Jules Bianchi. Amigo muy cercano del piloto de Sauber, el francés falleció en julio de 2015 debido a las graves lesiones que sufrió en un escalofriante accidente durante la carrera que se disputó bajo la intensa lluvia en 2014.

“Es obviamente un fin de semana muy complicado. Jules me ha ayudado muchísimo y era como parte de la familia, así que es muy difícil. Nunca había visitado Japón antes y hacer el track walk esta mañana fue un momento muy emotivo. Por otra parte, necesito concentrarme este fin de semana para hacer el mejor trabajo posible, incluso si es un fin de semana difícil”, declaró Leclerc.

Bianchi era la gran promesa de Ferrari antes de la llegada de Leclerc. El monegasco conseguirá cumplir el sueño de pilotar para la Scuderia tras anunciarse su fichaje para la próxima temporada, un asiento al que el francés estaba destinado a llegar. Leclerc ha dado a conocer que planea homenajear a Bianchi con un casco especial la próxima temporada.

“Estoy pensando en algo para el año que viene, pero existe esta regla que dice que solo puedes tener un casco especial y este año fue para homenajear a mi padre. La próxima temporada quiero hacer algo partiendo el casco en dos, con un lado homenajeando a Jules y otro para mi padre. Este año no puede hacer otra cosa más que recordarle todo lo que pueda”, comentó.

Leclerc finalizó las dos últimas carreras en la zona de puntos, con el séptimo puesto de Rusia siendo muy importante para reducir la distancia de Sauber con Toro Rosso por la octava posición en el mundial de constructores. Aun así, prefiere ser realista con respecto a sus opciones en Suzuka. Tenemos que mantener los pies en el suelo y seguir trabajando porque no estoy seguro de que seamos tan competitivos como en Sochi”, admitió el joven piloto.