Llegamos a los EE.UU. Esta gente producen el mayor PIB nominal del mundo con casi 16 billones de dólares, datos del año 2014. Así la Renta Per Cápita ronda los 50.000 dólares/año por habitante. La fabricación de automóviles es un pilar fundamental, dado que la industria automovilista es capaz de ensamblar más de 11 millones de vehículos nuevos al año, tras pasar por una etapa difícil y complicada tras el crash del 2008. El parque rodante lo forman unos 240 millones de vehículos, para un censo de alrededor de 315 millones de pobladores. Recordar algunas de sus marcas, nos lleva a Buick, Cadillac, Chevrolet, Chrysler, Dodge, Ford, General Motors, Jeep, Lincon, Mercury, Oldsmobile o Pontiac. En camiones disfrutan de los espectaculares Freightliner, Kenworth, Mack, Peterbilt o Sterling Trucks. Y de trasladarnos a las dos ruedas, un nombre mítico, un sonido inigualable, las Harley Davidson, más las American Eagle, Buell e Indian.

Los tejanos, orgullosos habitantes del estado de la estrella solitaria con una extensión mayor a la de España, alimentan con su oro negro todo ese nutrido parque móvil. También el petróleo procedente de la muy lejana Alaska, al que hay que sumar el resultante del 'fracking' en algunos estados del medio centro y norte de la nación. Otro 'producto' abundantísimo por ese gran nación, son los premiados con el nobel, ni más ni menos que unos 300, dependiendo de las fuentes consultadas. La cifra aumenta hasta la estratosfera al querer citar a actores o actrices del celuloide, dado que este sector en su conjunto, mueve cerca de 100.000 millones de dólares al año, generando enormes fortunas. Músicos y grupos de ellos, tampoco les faltan, al igual que los escritores, pintores o escultores. Algunos de los actores mencionados antes, probaron suerte en el automovilismo de competición, a menor o mayor escala. Así podemos citar que McQueen, Dean, Newman y más recientemente Patrick Dempsey, dado que se pusieron tras un volante en alguna ocasión.

Ya en el plano formulístico, el máximo dirigente de Audi, Dr. Wolfgang Ullrich, volvió a confirmar las nulas posibilidades que existen para que su grupo entre en la F1, siquiera con el horizonte de la temporada 2017. Son muchas las veces que esta cuestión ha sido dicha, redicha y reafirmada. Además este alto mandatario, se pregunta las razones por las que no queda clara su negativa, ni de donde surgen tales ideas de lo contrario. Solo le faltó añadir: "¿Cómo tengo que decir 'no' para que se me entienda?". El alemán alude a cuestiones políticas, ergo mangoneo, y de normativa, falta de una plural competición, para mantener esa nítida e inequívoca negativa. En cuanto a la sospechosa coincidencia para el 2016, de las 24 Horas de Le Mans con el Gran Premio de Europa en la lejana Azerbaiyán, Ullrich cree que la FIA podría cambiar la fecha para subsanarlo. Quizás fuera una buena ocasión, para que Bernie muestre su lado más conquistador. Lo que no acabo de entender bien es el rechazo visceral a la F1 por su teórico mangoneo cuando de tahúres su casa parece estar llena. O eso indicaría el reciente escándalo en la marca del 'coche del pueblo' de su grupo.

Max Mosley tuvo un breve paso como piloto en tiempos mozos. Más tarde estuvo entre los padres fundadores de la escudería March. Su siguiente asalto fue la FOCA, seguido de la FISA, para finalmente presidir la FIA por long, long time. Y aunque nunca me gustaron la mayoría de sus decisiones, menos su vida privada, reconozco que en unas recientes declaraciones, algo me sorprendió; proveedores de motores independientes. El británico razona, que en la situación actual los fabricantes, aún más si son escuderías, marcan el paso al resto y al propio deporte de la F1. Evidentemente tener, por ejemplo, a Cosworth, insuflaría algo de aire fresco al panorama existente. Cierto es que pudiera ser así en parte, pero creo que Max olvida que la compañía inglesa tuvo que cerrar su proyecto V6 turbo hybrid, junto con los de PURE o Propulsion Universelle et Récuperation d'Énergie, por lo exorbitante del montante económico a asumir; por cierto, nadie dijo nada entonces.

Otro personaje que nunca deja indiferente a nadie es Juan Pablo Montoya. Tipo gustoso de ir por la trazada más corta, sus avales lo demuestran con siete victorias, 30 podios, más 13 poles. Nunca se amilanó para decir aquello que pensaba. Ahora ante la proximidad del tercer campeonato para Hamilton, el colombiano confesó: "Siempre parece estar en el coche adecuado, en el momento justo", admitiendo de paso, "el buen trabajo" de Mercedes. Ante estas afirmaciones, podríamos decir en plan castellano: 'para el carro Juan Pablo' y no me refiero al formulero. En la época de McLaren, Lewis Hamilton tuvo un gran monoplaza, años 2007 y 2008 - el del 2010 tampoco era cojo - pero solo logró un título y de rebote. Al fichar por los de Brackley, muchos lo tildaron de locura, llegando luego el exitoso 2014 y 2015. Nico Rosberg está subido en otra flecha plateada, luego coche tiene, pero no ve llegar su momento. Por ello añado también factores como la suerte, las manos y hasta el destino.

Lo que vimos en su día el programa infantil 'Barrio Sésamo', siempre tuvimos claro el concepto 'dentro y fuera'. Desde luego las gentes de Red Bull no, aún contándoselo en inglés. Así que Bernie Ecclestone les aclaró, aunque creo ver mucho postureo en todo ello, que en caso de optar por el tan cacareado the exit, habrá demanda al canto. La posición del británico se resume de la siguiente manera: "Firmaron un contrato para competir. Deberían haberse asegurado por tanto que tenían un motor para ello". Parece ser la unión contractual de los energéticos con la FIA, llega hasta el 2020, vamos, un lustro más. A ello hay que sumar que compraron el antiguo Österreichring, luego A1 Ring y ahora Red Bull Ring, por un buen montón de millones, para ver por allí desfilar a sus dos flamantes equipos, RBR y STR. Por tanto de aunar lo suscrito más lo adquirido, el renegociar con Renault o con Ferrari, solo es cuestión de bajar la cornamenta un poco y mucho más estando en Austin, Tejas.

Adam Sandler y Andy Samberg, protagonizaron allá por el año 2012, una comedia titulada originalmente 'That's my boy', aunque en algunos lugares fue llamada 'Desmadre de padre'. Pasado el tiempo, situándonos a finales del año 2015, unas declaraciones de Jos Verstappen sobre su vástago, podrían dar lugar a una nueva entrega cinematográfica. Resulta que Jos mantiene una teoría, sobre si la falta de miedo al volante pasa de generación en generación. Verstappen senior está orgulloso de la maniobra del junior en Spa, en un adelantamiento a Felipe Nasr por fuera, dejando claro que "eso no funcionará siempre". Luego confesó: "A veces me preocupo, pero Max está dispuesto a correr, así que espero que no le pase nada". Ya muy henchido, contó lo de Suzuka, cuando su hijo rebasó con premura a Carlos Sainz"por un cambio de configuración de Max en el coche". Lo que no nos dijo Jos, según yo recuerdo, es el tipo de neumáticos de cada uno de los pilotos llevaba montados y no el mapa motor seleccionado. Memoria selectiva se le llama a eso, ¿verdad?