Los estados unidos mexicanos se constituyen como una república democrática representativa, compuesta por 32 entidades. 31 son estados más un Distrito Federal. Respecto a su vecino 'gringo', son también una extensa y amplia nación, aproximadamente la cuarta parte. Hablamos por tanto de una que superficie total de casi dos millones de kilómetros cuadrados, para una población de alrededor de 120 millones de almas. Ellas producen un PIB (PPA) de más de 2.1 billones de dólares, décima posición global. Los 16.490 euros per cápita podrían repartirse de manera mucho más justa. Pemex, cuarta petrolera más grande del mundo, tiene mucho peso en esa cifra. Sus refinados mueven 30 millones de vehículos. Dentro y fuera de ellos, suena la música de Maná, Molotov, Café Tacuba y otras muchas. El Autódromo Hermanos Rodriguez mide 4.580 metros y los bólidos trazan 14 curvas. El regreso de la Fórmula 1 en 2015 necesitó de una inversión público-privada de 330 millones de euros.

Si se retoma el encabezado, mucho ha cambiado la opinión pública italiana, sobre todo la hinchada de Ferrari, respecto a Sebastian Vettel en tan solo un año. Atrás quedaron las alabanzas hacia el alemán desde su llegada a Maranello, cuando en 2015 a los mandos de su monoplaza, ambos parecían levantar el vuelo por fin. Pero ante toda esta vorágine, al menos el de Heppenheim, cuenta con un ferviente defensor, Luca Cordero di Montezemolo. "Desde el primer momento se pudo ver que llevaba a Ferrari en el corazón. Es importante para la Scuderia tener un piloto que sea positivo en los malos momentos", ha confesado el antecesor de Sergio Marchionne. Decir de entrada que un tetracampeón del mundo, no pierde sus dotes de pilotaje de un día para otro. Por tanto, la supuesta revolución que año tras año publicita Ferrari, parece no ser tal a nivel del monoplaza. O para ser más claros, como en su día comentó Fernando Alonso, "nada ha cambiado por allí en los dos últimos años". Ya se verá qué les depara el horizonte 2017.

Se sabe que para ser un piloto campeón, se necesita de un gran monoplaza, bastante regularidad y algo de suerte. Tras estas premisas, e incluso antes de ellas, puede llegar Bernie Ecclestone y opinar qué piloto es el más deseable según su parecer o dictamen, independientemente de lo conseguido en la pista. "Si Rosberg gana, el título será bueno para él y para Mercedes, pero no creo que ayude al Campeonato. Sobre Nico nunca hay nada que escribir, no creo que sea útil ni para Alemania porque no es un personaje muy importante. Necesitamos a alguien como Hamilton, preferiría que ganase él", declaró el octogenario británico en el diario británica Daily Mail. Como la cosa no podía quedarse ahí, añadió: "En cuanto a Kimi, es mucho mejor que Nico, no habla, no se equivoca. Los pilotos hoy ganan mucho dinero y por eso no están en tensión". Que yo recuerde de Kimi Raikkonen, se dice y habla poco desde siempre. Y cuando Lewis Hamilton fue campeón en 2008, tampoco era importante en su país; cosas del 'tito' de nuevo.

Mientras tanto, Niki Lauda, tres títulos mundiales como piloto, alguien que conoce la Fórmula 1 desde hace muchas décadas y que goza de un gran peso dentro de la escudería Mercedes, no dudaba en elogiar a Nico Rosberg por su gestión durante la carrera del Gran Premio de los Estados Unidos. "Lewis fue simplemente más rápido y pilotó sin errores. Nico fue segundo, lo que es un próximo paso hacia el Campeonato. Incluso aunque el otro sea invencible, tiene que ser táctico. Lewis fue invencible hoy, pero Nico también lo hizo todo bien", confesó el austriaco de manera nítida. Y es que el teutón puede hacer lógicamente sus números. Así con un segundo puesto en México y luego en Brasil, más un tercero en la carrera que pondrá punto final a la temporada, Abu Dhabi, por fin, lograría su primer título mundial, uno ansiado hace años. Quizás aquí nunca mejor dicho aquello de más vale estrategia, maña, destreza o astucia matemática, que victorias postreras, de última hora.

No creo que sea por lo mucho que se mueve a bordo de su jet privado o por su gusto hacia la música y el baile allá donde acude por lejos que deba viajar. Pero sin ser mal pensado, quizás guardándose las espaldas ante si algo no volvía a salir bien en la carrera de Austin, lo cierto es que Hamilton adujo de problemas y dolores intensos en sus peanas nada más llegar a tierras tejanas. "Estoy al cien por cien, me siento estupendo. Básicamente he tenido una lesión durante todo el año en ambos pies, inducida por correr", confesó sorprendentemente el británico, dado que solo parecía afectarle a uno de ellos en aquella jornada fallida de test Pirelli. Seguidamente pudo añadir:"El fisioterapeuta dijo que simplemente hay que estirar mucho y se curará con el tiempo. Cuando me levanté por la mañana, tenía bastante dolor el día antes y no había disminuido, pero fue a mejor desde entonces". Vamos, casi como en aquella película bélica, nada mejor que el olor a victoria para sanarse.

A falta de una excesiva emoción por las dos posiciones de cabeza en Austin, la verdadera salsa la pusieron Carlos Sainz, que resistió el acoso de Felipe Massa por la quinta posición, y tras el brasileño, sexto en ese momento, Alonso cuando por fin se situó bajo el alerón del FW38. Tras el rebase del asturiano al nacido en Sao Paulo, el monoplaza de McLaren no tuvo excesivos problemas para dar cuenta del STR11 del madrileño. Acabada la contienda, Fernando se sinceraba con él de esta forma: "¡Tenías un paracaídas en la recta, eras tan lento en recta que fue fácil alcanzarte en la recta de meta! Estoy contento de que la batalla fuera por la quinta posición y no por la décima. También lo estoy de que fuera limpia". Todo ello pudo demostrar que el chasis del bólido de los de Grove no aprovecha desde hace tiempo la potencia del propulsor Mercedes, además del pilotaje perfecto de Sainz a la hora de tapar huecos, sumado a que Alonso es aún muy rápido en cuanto el coche se lo permite.