La primicia hay que atribuírsela a Carlos Sainz Jr., que ya comentamos en el artículo de la semana pasada. Todo va de controlar, de dosificar, una importante cantidad de variables no conductoriles, como son el consumo, los neumáticos, las estrategias para ambos, seguir lo dictado por los ingenieros. Así que cada Gran Premio de Fórmula 1, se convierte en un sinvivir para los teóricos protagonistas de estos, los que están dentro de los cockpit, allí amarrados, los pilotos.

Por tanto según lo dicho por el asturiano, de perder algunas décimas al no estar rodando a tope, luego "tendrás tus ruedas perfectas para los siguientes giros" y así poder recuperar lo perdido anteriormente. "Es una forma un poco extraña de pilotar", concluye Fernando Alonso, frase que indica sin lugar a dudas, que la actual competición no persigue primar al más rápido, al que más ambicione, sino al más metódico, acompasado y regular. Yo me pregunto entonces: ¿la FIA de verdad sabe que ya existe un mundial de resistencia, el WEC, desde hace mucho?

Lewis Hamilton logró en Canadá su 44 pole position, idéntico dígito que el portado en su plateado bólido. Curioso también resulta que en el país de los arces y de los alces, lograse precisamente su primera mejor posición en parrilla y la primera victoria allá por la temporada 2007. Mucho tiempo ha pasado desde entonces, dos campeonatos del mundo la avalan como piloto, aunque el carácter de Lewis sigue siendo, en ocasiones, indómito. Cierto es que el trastazo en los L2 contra las barreras de la curva 10 y bajo la lluvia, no fue del todo responsabilidad suya, pues la orden de sacarle a pista, parte del equipo. Pero es evidente que el piloto decide el ritmo que debe imprimir al coche. Luego vimos cierto pasotismo en los L3, quedó último, no sé si por enfurruñe del británico o por motivos técnicos. Al final todo quedó solucionado el domingo, con una victoria inapelable, aunque yo lo de la temperatura en los frenos de Nico Rosberg, no me lo llegué a creer del todo, me sonó a órdenes de equipo.

El equipo Manor F1, ex Marussia y antes Virgin Racing, tuvo buenas noticias en Canadá, no tanto a nivel deportivo, tras el abandono de Roberto Merhi y el empellón que sufrió Will Stevens, a manos de Romain Grosjean, cuando ambos iban camino de boxes, si no por la llegada de su primer patrocinador, la empresa estadounidense de alquileres habitacionales, Airbnb, presente en casi 200 países y más de 30.000 ciudades. Lo extraño fue ver lucir además sobre el dorsal y en los laterales del cockpit un nombre, TFI Friday.

Como 'estudioso' que soy de los small team os lo aclaro; se trata de un antiguo programa musical del Canal 4 de Reino Unido, en antena entre los años 1996 al 2000. Lo curioso es que bajo el epígrafe, aparecía un dígito en negativo; ¿razón? Los días que faltaban para la reedición del citado espacio, que será una sola entrega, el próximo viernes 12 de Junio. Esperemos mucho éxito de audiencia, ergo tiempo de pegatinas sobre el bólido de Roberto y Will.

Los japoneses son muy aficionados a un tipo de jardín denominado zen, seco o karesansui. Consiste en una superficie variable en cuanto a su extensión, formada por arena poco profunda, más grava y rocas. Hablando de estas últimas, siempre he pensado que no escuchan nada, de ahí lo de "eres más sordo que una piedra". Pues bien, o a Eric Bouiller le gusta ese tipo de jardines o son cosas mías dada una frase pronunciada por el francés: "Seguimos con problemas, obviamente esperamos ser escuchados por Honda".

La verdad es que la alianza entre McLaren y Honda, parece más una boda blanca, de conveniencia, que una unión donde el amor está hasta en el aire, en el agua y en las flores. Y eso se nota en el retoño parido, el MP4-30H, pues tiene tal cantidad de problemas, que no creo que exista enciclopedia del motor capaz de poderlos resolver todos en al menos un par de años; y eso leyendo mucho todos los días.

Jonathan Neale, director general de McLaren, debe ser un lector empedernido, curtido a base de miles de horas de biblioteca, sección técnica, para declarar esto: "Tenemos problemas de fiabilidad, solo necesitamos tiempo". En plan culinario, de cocina vamos, me sonó a lo siguiente: "¡Vale, sé que todo me sale quemado, pero en un lustro se podrá comer!". Y aún visto lo visto en siete grandes premios, donde los abandonos son mayoritarios y por partida doble, Neale insistió: "Queda mucho por llegar en las próximas carreras". O este británico, nacido en la mismísima localidad de Woking, tiene facultades de vidente o es persona de una temeridad rayana con la irreflexión. Cualquier buen aficionado a la Fórmula 1, podría casi asegurar que el 'McHonda', va a precisar de meses y meses de grandes sinsabores, dados los numerosos y sonados traspiés. Solo se me ocurre una solemne misa y unas velas, en favor de San Expedito, virtuoso especializado en casos imposibles, urgentes y necesarios.

¡Pagar o que te paguen, this is the question! Esto es lo que se pregunta el brasileño Felipe Nasr, pues confiesa abiertamente que no ve diferencia entre un piloto de Red Bull y él. Además afirma venir de una familia "muy normal" y que podía haber llegado a la F1 "por muchos caminos". Comenzando por lo primero, Red Bull sitúa en distintas categorías a futuribles talentos, mediante su programa de jóvenes pilotos. Mientras tanto el nacido en Brasilia logró desde muy al principio, la entusiasta y constante esponsorización del Banco do Brasil, cosa que una familia "normal" brasileña no tiene a su alcance ni jarta a caipiriña. En cuanto "a los caminos", dicen, todos conducen a Roma. De ser así, yo me pregunto entonces como demonios se sale de allí. Posiblemente 20 millones de dólares obren milagros al ingresarlos en una cuenta suiza y más concretamente en una entidad de la coqueta y verde localidad de Hinwil, poseedora de un sencillo escudo tricolor blanco, azul y... amarillo.

En los campamentos juveniles de verano, se cantaba la siguiente canción: "Respirar, a todo pulmón, la brisa marina, que sale del agua, del fondo del mar". Imagino que Sebastian Vettel, el tetracampeón, debe conocer la citada letra, en alemán claro está, dado que, como piloto, se pregunta si es posible entender y seguir las actuales pruebas del mundial de no "estar respirando Fórmula 1 toda la semana, los siete días". El de Heppenheim apunta, de nuevo y como otros tantos, lo complicadas que se han vuelto estas carreras, farragosas diría yo.

Que algo sucede es evidente, pues las gradas no se llenan, las audiencias televisivas caen por millones, los patrocinadores son exiguos, escasos. Es elemental que el germen del mal parte de unas entradas caras, de transmisiones audiovisuales mayoritariamente de pago, con los esponsor negociando a la baja, mientras las escuderías deben gastar más y más.

Pues a este paso en la F1, aquello de "pasen y vean", algo vociferado a la entrada de las antiguas carpas de circo, algo del pasado, singular y exótico, se tendrá que volver a poner en boga pues, de los tres que íbamos a las carreras, cuatro dicen que ya no vienen.