Max Verstappen se llevó el castigo más surrealista de la temporada tras su trifulca con Esteban Ocon tras el Gran Premio de Brasil. Después de chocar con el francés, quien estaba intentando desdoblarse, mientras lideraba la carrera, el neerlandés fue a buscar a su rival para pedirle explicaciones por su maniobra en el garaje de la FIA. Verstappen propició varios empujones a Ocon, una acción por la que fue castigado con dos días de servicio comunitario bajo la supervisión de la FIA.

Aunque los comisarios mostraron empatía con la reacción de Verstappen tras perder la victoria en Interlagos, hicieron hincapié en que los pilotos de Fórmula 1 son figuras públicas que deben mostrar ciertos valores, como la deportividad. Por esta razón, el neerlandés tendrá que compensar su acto colaborando con el órgano de gobierno, aunque sus tareas todavía están por decidir.

“Cuando tienes este tipo de exposición, esta clase de fama, también te da responsabilidades. Eso significa que, sean cuales sean tus emociones, tienes que ser capaz de controlarlas también para respetar a tus aficionados. Si no, eso tiene consecuencias, pero diría que las consecuencias finales son bastante pequeñas”, declaró Jean Todt a Sky Sports.

La FIA está barajando diferentes opciones para el castigo de Verstappen, entre las cuales se encuentra trabajar junto a los comisarios en alguna competición. “De qué se tratará, honestamente no está decidido. Claramente, tiene que ser algo solidario para la Fórmula 1 y las carreras. Quizás una contribución para trabajar con algunos comisarios u oficiales durante algún entrenamiento o en grupos de educación”, explicó Todt.

“Tenemos diferentes cosas que van a ocurrir el año que viene. Quizás pueda participar en un panel de comisarios en otra categoría del motor para que se ponga en el otro lado y entienda que no es siempre fácil, pero estoy seguro de que encontraremos programas constructivos”, añadió el presidente de la FIA.