La Federación Internacional del automovilismo es un órgano teóricamente independiente de la Fórmula 1 sobre todo en lo que a aplicación del reglamento se refiere. Táctica habitual para que se imponga siempre la igualdad y no el show o los intereses comerciales. Pero esto es solo la teoría, pues luego la FIA se empeña una y otra vez en ponerse bajo sospecha con sus decisiones, decisiones que curiosamente han ido orientadas a mantener la ya de por sí poca emoción que había en la lucha del campeonato del mundo.

El Gran Premio de México comenzó con un incidente. Verstappen fue más contundente en la primera curva, donde a pesar de elegir Sebastian Vettel el interior, decidió lanzarse por fuera, maniobra más veces vista en el neerlandés, y que finalizó con Vettel dejando sin espacio a Verstappen, algo que ya de por sí merecería una investigación. Verstappen trató de regresar a la trazada, pues tenía el interior para la siguiente curva, encontrándose con la oposición de Vettel hasta el punto de que ambos se tocaron con los neumáticos, desprendiéndose un visible humo blanco. Dicha curva finalizó con Verstappen por delante y con el alerón delantero de Vettel dañándose contra el neumático trasero de Max en una acción que acostumbra a finalizar en pinchazo.

Hamilton aprovecha la lucha para ir por el exterior y ganarle la posición a Vettel e incluso lucharla con Verstappen. Vettel pisó a fondo el gas, ignorando el espacio ocupado por Hamilton e impactando contra el neumático del británico, que acabó pinchado.

Las opiniones sobre la deliberación de Vettel difieren. Hay quién señala a incidente de carrera típico de una salida. Quizás. Pero más allá de las opiniones, lo que no cabe duda es que el incidente merecía una investigación. Pues un piloto colisiona con otro y le pincha un neumático, mermando sus opciones de carrera.

Dirección de carrera recogió el incidente desde los puestos de comisarios. Ese paso previo que tantas veces ha sido mencionado estos días respecto a la sanción a Max Verstappen. Sin embargo, y no sin cierta sorpresa, dirección de carrera resolvió que no era necesaria una investigación. Cuesta entender que, ante un incidente tan claro, del que podrá haber culpables o no haberlos, la FIA desestime siquiera investigarlo.

Y es que, de culpabilizar a alguien, todas las papeletas apuntaban a Vettel, lo que hubiera cortado de golpe la remontada que el alemán ha realizado en busca de impedir que Hamilton se proclamara campeón del mundo en México. Es decir, en pos del espectáculo. Semana tras semana, la FIA se empeña en ponerse en entredicho.

Mención especial a la maniobra vista entre Felipe Massa y Sebastian Vettel, en la que el brasileño echó de pista al alemán, y aunque la onboard muestra que Massa perdió el control de su vehículo, lo perdió por intentar impedir ese adelantamiento, provocando una situación muy peligrosa que la FIA tampoco decidió siquiera investigar.