Las sanciones en parrilla por cambios de motor se convirtieron en la tónica habitual de cada fin de semana de Gran Premio en 2017. El límite de cuatro elementos permitidos a lo largo de la temporada causó estragos a una gran parte de la parrilla y propició situaciones absurdas como en el Gran Premio de Italia. En la cita disputada en Monza, el orden de la parrilla no se pudo conocer hasta minutos antes de la carrera debido a las múltiples sanciones que afectaron a casi la mitad de los pilotos, lo que causó el caos en los equipos al no saber su posición exacta.

Los pilotos que más se vieron afectados por las penalizaciones en parrilla fueron los dos pilotos de McLaren. Stoffel Vandoorne fue quién más posiciones perdió debido a sanciones con un total de 218 puestos de salida. Por su parte, Fernando Alonso recibió un número de penalizaciones equivalentes a 160 posiciones. El único piloto que pudo salvarse de las sanciones fue Esteban Ocon, quien no perdió ningún puesto en la parrilla en 2017.

Los equipos que sufrieron de una frágil fiabilidad se enfrentarán a más dificultades en 2018, pues el límite de elementos permitidos en las unidades de potencia en todo el año se reducirá a tres. En este sentido, la FIA ha anunciado modificaciones en el sistema de sanciones en parrilla por cambios de motor para evitar confusiones y facilitar los cálculos. Si un piloto recibe una penalización de más de 15 posiciones, dicho competidor comenzará la carrera desde el último puesto.

En caso de que haya más de un piloto en la misma situación, sus posiciones en parrilla dependerán del orden en el que se cometieron las infracciones. De esta forma, se busca simplificar la aplicación de las sanciones en lugar de contabilizar penalizaciones con un astronómico número de puestos perdidos que aseguraban al piloto salir a la carrera desde el fondo de la parrilla.