Sauber rompió su acuerdo de motorización con Honda el pasado mes de julio, lo que tiraba por tierra la primera posibilidad de los nipones para tener en la parrilla de 2018 a dos equipos con su unidad de potencia.

En un principio, se creyó que la salida de Monisha Kaltenborn como jefa de equipo pudo ser uno de los principales detonantes de la ruptura, pues había sido una de las figuras clave en el acercamiento entre ambas partes. Sin embargo, su sustituto, Frédéric Vasseur ha asegurado que la incertidumbre sobre el futuro de Honda con McLaren fue el principal escollo para que la relación no llegase a buen puerto, pues el equipo suizo no es capaz de desarrollar una caja de cambios propia, por lo que la única solución sería recurrir a la del equipo de Woking; siempre y cuando éstos continuasen con los japoneses en 2018.

"Dejo de lado los actuales problemas de Honda en términos de fiabilidad y rendimiento, porque sé que volverán a la cima en algún momento u otro. Nuestra preocupación era principalmente con la caja de cambios. No tenemos los recursos internos para hacer nuestra propia caja, así que sabíamos que teníamos que ver a alguien", explica Vasseur a la edición francesa de Autohebdo.

"No estábamos seguros de que McLaren continuase con Honda"

Así, explica que, dado que la relación entre McLaren y Honda no estaba asegurada para el próximo año, Sauber decidió echarse atrás y firmar con Ferrari, una opción mucho más definida y conservadora.

"Con Honda, deberíamos haber visto con McLaren, pero no estábamos seguros de que McLaren continuase con Honda. Esto habría creado una situación extraña: pedir a McLaren que nos proporcione una caja de cambios Honda, mientras que ni siquiera estaban seguros de mantener el mismo motor. En este tipo de escenario, no estaba absolutamente seguro. Revisar el acuerdo con Sauber fue uno de los mayores problemas", concluye.