Riccardo (médico de Formula Medicine) ha estado al lado de Kubica no sólo desde su terrible accidente en el Rallye d'Andora este año, sino en otros accidentes graves que Robert ha sufrido a lo largo de los últimos años, como cuando en 2003 un accidente doméstico casi le cuesta un brazo e hipotecó su temporada en la Fórmula 2000. De aquellos días ambos guardaban una sólida relación profesional y amistosa que parece llegar a su fin, al menos la profesional.

Hasta ahora Riccardo ha estado dedicado al cien por cien en la rehabilitación de Kubica después del dramático accidente con el Skôda Fabia a principios de este año, en el que Robert sufrió roturas en una pierna y a punto estuvo de perder la mano derecha. Aunque Robert ya camina sin muletas, demostrando que la recuperación de su pierna es prácticamente completa, la rehabilitación de la mano está siendo más lenta de lo esperado, motivo por el que el piloto podría buscar otra alternativa en otro médico para acelerar el proceso.

El problema no se debe a la falta de fuerza, sino a la sensibilidad de los dedos, inferior a lo esperado a estas alturas; un factor altamente importante en la Fórmula 1 del siglo XXI, por la gran cantidad de palancas y botones existentes en el volante para accionar los cambios de marchas y otros nuevos dispositivos como el alerón móvil o el KERS.