Con un nuevo motor en su coche, más la lección aprendida en el bolsillo, Max Verstappen ha asegurado que está listo para Montreal. Después de ganar en Barcelona, el joven de 18 años de edad sufrió accidentes en Mónaco y abandonó la carrera.

Cien mil compatriotas holandeses, sin embargo, fueron a animarle al circuito de Zandvoort el pasado fin de semana, cuando Max y su padre, Jos, realizaron una demostración con coches de Fórmula 1. "He firmado una gran cantidad de autógrafos", ha confesado el piloto de Fórmula 1 para el periódico local De Telegraaf.

Además el de Red Bull ha añadido que trata de que el ruido mediático no le afecte. "Es muy bueno ver a los aficionados emocionados, debe de significar que hago algo bueno. Por supuesto, me hace estar orgulloso, pero todavía mantengo la calma y la tranquilidad", ha agregado.

Su padre, ex piloto del Gran Circo, también se enorgullece de que su hijo haya logrado entusiasmar al público de su Holanda natal. "Seamos honestos, su actuación ha sido muy buena. Excepto en Mónaco, por supuesto, pero Max es alguien que aprende de sus errores", ha compartido Jos.

Así que con esa lección en el bolsillo y también con la nueva especificación del motor Renault, usado con tan buenos resultados por Red Bull en el monoplaza de su compañero de equipo Daniel Ricciardo, Max está impaciente por la llegada de la carrera en Canadá.