El Gran Premio de Azerbaiyán ha dado comienzo con polémica. La primera sesión de entrenamientos libres tuvo que ser interrumpida en los primeros minutos debido a un inusual incidente de George Russell. El piloto británico pasó por encima de una alcantarilla que estaba floja en la segunda recta del circuito de Bakú, un suceso que tuvo consecuencias catastróficas para el monoplaza.

La tapa de la alcantarilla, cuyo tamaño era considerable, destrozó el fondo plano del Williams de Russell. El británico aparcó inmediatamente el monoplaza ante la mirada atónita de los miembros del equipo de Grove, quienes con ver lo que pasó a través de la televisión se hicieron una idea del calvario que les esperaba. Desde el principio, Claire Williams temía que el bólido necesitara un cambio de chasis y sus peores presagios se cumplieron.

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Russell necesitará un nuevo chasis después del incidente, lo que siguiendo el reglamento se traduce en que no podrá volver a rodar hasta la tercera sesión de entrenamientos libres. Malas noticias para el equipo que más problemas económicos está sufriendo de la parrilla, pues este cambio de chasis supondrá un coste añadido que se une a la falta de repuestos de estas primeras carreras.

En Williams están tremendamente indignados por el incidente de la alcantarilla, un suceso que no debería ocurrir en un circuito homologado para albergar una carrera de Fórmula 1. “Está claro echando un vistazo a los datos, además de que todo el mundo ha podido ver lo que ha pasado, que hay una gran cantidad de daños en el fondo plano y en el coche”, declaró Claire Williams a Sky Sports.

“Esto no es lo que esperas en un circuito de Fórmula 1. Esperas que estas alcantarillas estén selladas. Lo hablaremos con dirección de carrera. Esto es inaceptable. Tenemos otro chasis que necesitaremos. No he podido hablar todavía con George, pero él parece que está bien”, añadió la jefa de equipo de Williams, que no deja de acumular calvarios en esta primera parte de la temporada.