El caos se apoderó de la parrilla de salida del Gran Premio de Monza apenas unos minutos antes de que los coches salieran de boxes. Con tantas penalizaciones, el orden no estaba claro y algunos de los carteles con los números de los pilotos no estaban en el lugar correcto. Debido a la confusión, se produjo un auténtico baile entre los equipos que buscaban cuál era su posición adecuada.

“Nos es complicado de entender. Yendo a la parrilla aún estábamos tratando de deducir si salíamos 12º o 13º. Pérez recibió una sanción, ¿pero la tuvo antes o después que otro piloto? Es demasiado confuso”, explicó Christian Horner a Sky Sports.

El jefe de equipo de Red Bull afirma que se deben contemplar alternativas a las sanciones en parrilla por exceder el límite de componentes permitidos a lo largo del año, pues considera que el sistema cada vez carece de más sentido. “Hay que considerar otras formas de penalizar los cambios de motor. Se está volviendo peor carrera tras carrera. Sería una pena que el campeonato se decidiera por esto”, declaró Horner.

“A partir de 2018, el límite se reducirá a tres motores para 21 carreras. En las reuniones del Grupo de Estrategia, intenté que la normativa no se aprobara, pero no tuve el apoyo necesario. La restricción de los componentes era para reducir los costes, pero si los equipos necesitan cinco elementos igualmente, no se ahorra nada”, añadió.

Además, Horner se mostró especialmente crítico con las unidades de potencia V6 turbo que se estrenaron en 2014. Este motor no ha sido nada positivo para la Fórmula 1 desde que se introdujeron, apuntó.