Las discusiones sobre el peso límite de los monoplazas de cara al nuevo año estuvo muy presente a finales de la pasada campaña y semanas antes de la pretemporada. La masa mínima de 690 kg, finalmente aumentada a 691 kg, se consideraba injusta para muchos corredores de cierta corpulencia, ya que esta les penalizaría.

Sobre este asunto, el expiloto Nick Heidfeld ha mostrado su incredulidad al ver cómo año tras año los coches de F1 son cada vez más pesados, ya que esto les hace ser más lentos. Además, el antiguo corredor de BMW cree que esta tendencia va contra la lógica de hoy día, donde se busca hacer automóviles de calle cada vez más ligeros.

"No me gusta la forma en que los coches se vuelven cada vez más pesado. En mis días estábamos en 600kg, pronto serán 700. El peso más alto significa que los coches van más y más lento. 100kg es algo así como tres o cuatro segundos por vuelta. También es contrario al espíritu de los tiempos, ya que la tendencia es exactamente lo contrario en los coches de la calle", ha manifestado el germano, que se ha mostrado contrario a que en 2015 el peso mínimo vaya a ser de 701kg.

En otro orden de cosas, Heidfeld ha expresado su punto de vista sobre el estado de forma de cada una de las escuderías, siendo Ferrari la que más dudas le despierta por ahora.

"Cómo va a ir Ferrari es muy especulativo. Pero quiero hacer hincapié en que la pista en Melbourne no es un buen indicador de todos modos. Creo que sólo veremos una tendencia después de las tres o cuatro primeras carreras", concluyó.

Estas palabras del actual piloto de Le Mans llegan después de que varios pilotos de la parrilla hayan tenido que realizar reconocidos esfuerzos para disminuir su volumen.

Lewis Hamilton, quien ha perdido 4 kilos, se ha quejado de que el músculo sea más fácil de ganar que de perder, lo cual ha dificultado este proceso. "Desafortunadamente, deshacerse del músculo es más difícil que conseguirlo".

Christian Horner, máximo responsable del equipo Red Bull, ha ironizado sobre cómo le gustaría a su ingeniero estrella que estuvieran los pilotos. "Si fuera por Adrian Newey , nuestros conductores habrían perdido cerca de 15 kg cada uno".

Por otro lado encontramos el paradójico caso de Felipe Massa, que ante esta tesitura ve cómo ser de estatura reducida tiene sus ventajas. "Nunca he sido tan feliz de ser pequeño como lo soy ahora", comentó el brasileño.