Brendon Hartley sufrió un fortísimo accidente durante los terceros entrenamientos libres cuando la nueva suspensión trasera que estrenaba el equipo se partió durante una frenada. Toro Rosso modificó la suspensión en el vehículo de Gasly, pero en el caso del neozelandés, los daños eran tan severos, que era imposible que el vehículo estuviese listo para clasificación, perdiéndose el piloto esta sesión.

Esto obligó al equipo a pedir la admisión del participante en la carrera, lo que le condena al final de la parrilla, y como el equipo ha aprovechado la oportunidad para instalar el sexto motor de combustión interna y la quinta MGU-K, dichas sanciones le condenan a salir desde boxes.

También saldrá desde boxes el equipo Williams. Los trompos que sufrieron ambos vehículos durante la clasificación forzaron a los de Grove a iniciar una investigación de la cual han concluido que hay un fallo de diseño en los nuevos alerones traseros y su sinergia con el DRS.

En el momento de cerrar el DRS, cuando el vehículo debía recuperar la carga aerodinámica, el FW41 entraba en colapso, perdiendo hasta un 60% del agarre aerodinámico, lo que provocaba la pérdida del control. Los pilotos incluso comentaron que desactivando el DRS 50 metros antes de la curva, no se llegaba a recuperar la carga.

En este punto, el equipo Williams debatió sobre si realizar la carrera sin accionar el DRS, o volver a la especificación anterior, lo que significaba romper el parque cerrado y salir desde el pit lane, optando finalmente por esta segunda opción.

Por lo tanto, en parrilla solo habrá 17 vehículos, encontrándose los tres restantes en boxes.