La trayectoria deportiva de Brendon Hartley dio un giro inesperado en cuestión de una semana. El piloto neozelandés fue reclutado por Toro Rosso en el Gran Premio de Estados Unidos y su rendimiento durante sus primeras carreras en Fórmula 1 convenció a la estructura para mantenerle en 2018 junto a Pierre Gasly, una gran forma de culminar un año que ha estado plagado de éxitos para Hartley.

El momento más destacado de la temporada del neozelandés fue su victoria en las 24 Horas de Le Mans. Hartley se hizo con su primer triunfo en la cita francesa junto a Earl Bamber y Timo Bernhard a pesar de perder cerca de una hora en el garaje debido a problemas mecánicos durante la primera mitad de la prueba. Los fallos en los vehículos de sus rivales permitieron al trío recuperar posiciones hasta cruzar la línea de meta en primera posición.

“Estar en lo más alto del podio de Le Mans tiene que ser el logro definitivo. Ese ha sido el mayor logro de mi carrera, incluso por encima de mi debut en Fórmula 1. Compartirlo con tus compañeros, todos los aficionados y el equipo debajo es una experiencia increíble. Hubo algunas cosas especiales, incluso el hecho de que Mark Webber estuvo en el podio”, explicó Hartley en declaraciones recogidas por Crash.net.

De hecho, el neozelandés considera que esta victoria fue muy importante para lograr hacerse un hueco en Toro Rosso. “Sin este momento, estoy seguro de que no hubiera podido debutar en Fórmula 1. Le Mans significa mucho para una gran cantidad de gente. Es lo máximo que puedes lograr en ‘sportscar’, el estar en lo más alto de ese podio”, admitió.

El equipo de Faenza confirmó esta semana que Hartley seguiría con ellos la próxima temporada, pero él ya conocía la decisión antes de que se hiciera oficial.Lo supe hace un par de semanas, un poco antes que los medios. Digamos que no fue una sorpresa cuando lo leí. Estoy muy, muy contento. Ahora estoy centrado en el fin de semana del WEC, pero es una gran oportunidad para mí. Estoy encantado”, afirmó.