Brendon Hartley desembarcó en Toro Rosso para realizar su debut en Fórmula 1 en un momento delicado de la estructura. En plena lucha por el sexto puesto del mundial de constructores con Renault y con Haas, la falta de repuestos de sus motores Renault se ha convertido en un dolor de cabeza para el equipo de Faenza. Al tener que utilizar elementos antiguos, los fallos en relación a la fiabilidad de las unidades de potencia se han sucedido en las últimas tres citas y las penalizaciones en parrilla han impedido a Toro Rosso sumar unos importantes puntos.

La situación podría no mejorar en 2018 con los motores de Honda. El suministrador japonés ha tenido muchos problemas durante las últimas tres temporadas y todavía no han sido capaces de extraer el máximo rendimiento de su unidad de potencia. A pesar de este escenario, Hartley admite que no está preocupado por los posibles problemas que Honda pueda seguir arrastrando al comienzo de su asociación con Toro Rosso.

“En las últimas dos carreras no hemos tenido nada de fiabilidad de los motores que tenemos. Al mismo tiempo, estoy seguro de que trabajar con Honda es una gran oportunidad tanto para mí como para todo el equipo, así que es un momento muy positivo”, declaró Hartley a la publicación rusa Championat.

El bicampeón del mundo de resistencia y vigente ganador de las 24 Horas de Le Mans dejó sin asiento en Toro Rosso a Daniil Kvyat, por lo que Hartley es consciente de que su popularidad no es muy buena en Rusia. Supongo que no soy el piloto más popular allí ahora mismo. Para mí es muy duro comentar sobre esto. Yo no tomé la decisión y en Fórmula 1 sabemos que las decisiones no son siempre fáciles. Solo diré que estoy contento de tener una segunda oportunidad”, explicó.