No es un secreto que Lewis Hamilton es todo un apasionado de las motos. El piloto británico ha aparecido en varias ocasiones por los circuitos subido a alguna montura y el año pasado se convirtió en embajador de MV Agusta, llegando incluso a poner su nombre a un modelo de edición limitada de la marca italiana: la F4 LH 44.

Hamilton ha manifestado en varias ocasiones su deseo de probar una MotoGP, no siendo nada habitual ver a un piloto de automovilismo atreviéndose a subirse a una montura del mundial de motociclismo. Aunque no ha sido con una MotoGP, Hamilton ha podido probar una moto de competición durante un test privado celebrado en Jerez con una Superbike.

Tal como informa La Gazzetta dello Sport, Hamilton estuvo pilotando una Yamaha YZF-R1 de las que utiliza el equipo Pata, que cuenta con apoyo de fábrica en el mundial de Superbikes. El británico se subió a una moto completamente negra, decorada únicamente con pegatinas de su dorsal 44 en la montura. También tuvo a uno de los pilotos del equipo, Alex Lowes, para servirle como guía.

Según afirma la publicación italiana, Hamilton sufrió una pequeña caída en la curva 7 de la que salió ileso. El campeón del mundo de Fórmula 1 pudo retomar su actividad en lo que fue una pequeña interrupción a su día de pruebas, aunque seguramente el entorno del piloto se llevó un buen susto por miedo a una posible lesión que pusiera en peligro su preparación invernal para la próxima temporada.

Esta no es la primera vez que Hamilton se sube a una Superbike este año, pues compartió pista con el piloto de MotoGP Cal Crutchlow para pasar un día de rodaje con Superbikes en California durante un evento patrocinado por Monster. Este pequeño incidente no debería de impedir a Hamilton volver a pilotar una moto, pero puede que la próxima vez se lo piense dos veces antes de ponerse al manillar de una montura de competición.