El fin de semana parecía ir perfecto para Lewis Hamilton. Buenas sensaciones en los entrenamientos libres, primera posición en la línea de salida y encabezando la carrera en las primeras vueltas. Pero fue esa fatídica entrada en boxes en la vuelta 17, la que hizo de la felicidad una pesadilla.

"En la carrera sufrimos un poco con los neumáticos. Tuve que entrar antes mientras me quedaba sin agarre. Paramos y nos quedamos detrás de un Red Bull", explicó el británico en la entrevista en el pódium.

Siguió con buen ritmo, pero se encontró detrás de Max Verstappen. Ahí fue cuando el equipo le dijo que pasar al holandés era arriesgado, a lo que Hamilton respondió: "no sé cómo esperan que lo haga".

"Estamos teniendo problemas con el agarre, Sebastian fue capaz siempre de responder al ritmo, y la mayor parte del tiempo logró tiempos de vuelta más rápidos", explicó. Pero fue "casi al final", donde el piloto de Mercedes se encontró con "tráfico y las llantas se sobrecalentaron y tuvimos problemas de agarre. La brecha se estaba cerrando y yo iba más lento".

Unos problemas de agarre que dejaron a Lewis vulnerable ante la lucha contra Vettel, pero al final "ha sido una muy buena carrera, y muy bien hecho por parte del equipo, que ha conseguido un buen número de puntos".