Lewis Hamilton ha hecho la mitad del trabajo en Singapur. La Pole es una buena garantía para la carrera del domingo. El británico logró una vuelta “mágica” en Marina Bay, a seis décimas de Sebastian Vettel, su principal rival por el Mundial, y con Max Verstappen intercalado entre ambos.

Curiosamente, Hamilton tentó a la suerte en Q1. El de Stevenage aseguró por radio no tener nada de grip en las ruedas trasera y apunto estuvo de llevarse el susto de la sesión al quedar muy cerca del abismo que daba pie a los primeros eliminados de la clasificación. El cuatro veces campeón del mundo se repuso para lograr una vuelta estratosférica en Q3.

“Ha sido una sesión de clasificación difícil. Fue una vuelta mágica”, afirmó nada más bajarse del coche. “No sé cómo lo hice, pero salió todo bien. Quiero dar las gracias a todo el equipo en la factoría; todos están trabajando muy duro para sacar los extra y hoy me las he arreglado bien para hacer esta vuelta”, continúa.

"Ha sido una de mies mejores vueltas"

Hamilton reconoce que ha sido una de sus mejores vueltas. Lo cierto es que nadie pudo poner en peligro la primera posición del inglés en el segundo intento. “Trataba de empujar un poco más. ¡Mi corazón estaba acelerado, podía sufrir una ataque de ansiedad en un segundo! He ido al límite. Ha sido una de mies mejores vueltas, concluye.